Jonas Vingegaard, dos Tours lo contemplan, lleva tres días en A Coruña. Llegó en plena resaca de las elecciones gallegas y por Galicia se quedará hasta el domingo porque en estas tierras inicia el año ciclista corriendo el O Gran Camiño. El horizonte apunta hacia el Tour, y con el más allá de la Vuelta si no sucede nada extraño en la ruta francesa, especial si cabe en 2024, porque como si de un circo se tratase le crecerán los enanos, con todo respeto hacia ellos, en forma no sólo de Tadej Pogacar, sino de Primoz Roglic, antaño su compañero, y Remco Evenepoel.