La Comisión de Másteres y Doctorado, en sesión del 22 de junio de 2023, propuso, para el curso 2022-2023, la concesión del grado de Doctor Honoris Causa, en la rama de conocimiento de Ciencias Sociales y Jurídicas, a Rafael Illescas Ortiz y en la rama de conocimiento de Artes y Humanidades se propuso a Pilar León-Castro Alonso. Estas dos personalidades se han convertido en las últimas incorporaciones al elenco de doctores honoris causa por la Universidad de Córdoba, que cuenta con insignes nombres, como el del Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa, o el violinista Yehudi Menuhin, solo por mencionar un par de ellos.
La UCO reserva esta distinción a personas de reconocido prestigio académico, científico e investigador. Igualmente, puede otorgarse este grado a personas de relevantes y excepcionales méritos artísticos, literarios, culturales, sociales que sean acreedoras de tal distinción.
Salvo supuestos excepcionales, el otorgamiento del grado de Doctor o Doctora Honoris Causa exigirá que la persona investida haya prestado destacados servicios a la Universidad de Córdoba y mantenga vinculaciones particulares con la misma.
En total, la UCO ha distinguido con este grado a 47 personas de las que solo tres son mujeres, la coleccionista Pilar Citoler, Lina Badimón, directora del Programa Cardiovascular en el Catalan Institute for Cardiovascular Science (ICCC), y la mencionada Pilar León-Castro Alonso.
Grandes personalidades
El primer Doctor Honoris Causa por la UCO fue el patólogo Leo Clemens Schulz, a propuesta de la Facultad de Veterinaria, que recibía la distinción en 1976, solo un mes antes que el cardiólogo mexicano Demetrio Sodi Pallares. Tras un breve lapso de cuatro años, en los que la UCO no invistió ningún honoris causa, en 1980 era distinguido el historiador Antonio Domínguez Ortiz, al que dos años después seguiría otro Antonio, Antonio Gala, el desaparecido cordobés de adopción y alma.
Ellos fueron los primeros en recibir el mayor reconocimiento de la universidad cordobesa que también han recibido otras insignes personalidades, como el que fue director general de la Unesco entre 1987 y 1999, Federico Mayor Zaragoza; el expresidente de Cajasur, Miguel Castillejo; el director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, o el poeta Pablo García Baena.
La UCO tiene una decidida vocación internacional que se ve refrendada por sus cada vez más prolíficas colaboraciones con profesores, investigadores y personalidades de distintos ámbitos fuera de nuestras fronteras.
Estas buenas relaciones tienen su reflejo en los no pocos honoris causa internacionales reconocidos por la UCO, el último de ellos, el profesor Colin Webb, de la School o Chemical Engineering and Analytical Science de la Universidad de Manchester (Reino Unido).
A Webb le precedieron nombres como los del arqueólogo Henner von Hesberg, el poeta Abdulaziz Saud al-Babtain, el experto en neuroendocrinología Hubert Vaudry, el que para muchos es el padre de la agricultura moderna, Norman E. Borlaug, el profesor, político, y juez Giuseppe Federico Manzini, el economista Wassily Leontief o el que fuera presidente de la Academia Mexicana de Ciencias René Raúl Drucker Colin, entre otros.
Vinculación
Como dijo el entonces rector de la UCO José Carlos Gómez Villamandos en la investidura de los profesores Miguel Ángel Losada y Francisco Sánchez Madrid, «el reconocimiento como Doctor Honoris Causa por parte de una universidad es un alto reconocimiento, el mayor de los comúnmente usados por el conjunto de las universidades, donde una personalidad de gran prestigio, más allá de su incuestionable trayectoria personal y profesional, se convierte en un referente para la comunidad universitaria que lo acoge».
De hecho, según recoge el reglamento que regula los estudios de doctorado, son las escuelas de doctorado, facultades y escuelas, los departamentos y los institutos de investigación propios de la UCO los que pueden formular propuestas de otorgamiento del grado de Doctor Honoris Causa. Asimismo, el rector podrá formular propuestas de otorgamiento ante el Consejo de Gobierno.
Hasta la fecha, ha sido la Facultad de Filosofía y Letras, con 12 propuestas, junto a la de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales y la de Medicina, con 10 y 8 propuestas respectivamente, la que más honoris causa ha impulsado.
Todos los distinguidos con este grado mantuvieron o mantienen una estrecha relación con los departamentos y el profesorado que los apadrinó. Entre los padrinos, las mujeres también están en franca minoría. De hecho, solo dos mujeres han apadrinado: la catedrática del Departamento de Ingeniería Hidráulica y directora del Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía, María José Polo, que apadrinó al profesor Miguel Ángel Losada, y la exdirectora de la Cátedra de Estudios de la Mujer Leonor de Guzmán y de la Unidad de Igualdad, María Rosal, que respaldó la candidatura de Pablo García Baena.
Pilar Citoler | Arte contemporáneo
En 2013, la UCO nombró a la coleccionista Pilar Citoler Doctora Honoris Causa por su «colaboración en la difusión del arte contemporáneo». Citoler cedió a la UCO su colección y da nombre al concurso de fotografía que convoca la Universidad de Córdoba.
Lina Badimón | El cuidado del corazón
La directora del Programa Cardiovascular del Catalan Institute for Cardiovascular Sciencie (ICCC), Lina Badimón, recibió el grado Doctora Honoris Causa en 2022 por su aportación a la investigación cardiovascular, y su relación con el programa Cordioprev del Imibic.
Pilar León-Castro | Arqueología moderna
Pilar León-Castro se suma este año a la todavía escasa lista de mujeres Doctoras Honoris Causa de la UCO gracias a su aportación a la investigación sobre arqueología clásica y a la colaboración con el Seminario Permanente en Arqueología de la UCO.