Un informe elaborado por la organización Child Rights International Network (CRIN) denuncia que la deficiente legislación europea sobre sustancias tóxicas está afectando gravemente a la salud de los niños y al medio ambiente en el que viven, por la presencia de productos altamente perjudiciales en utensilios y objetos de uso común, incluyendo pañales de bebé. Por ello, CRIN hace un llamamiento a que la UE «cumpla los compromisos que contrajo cuando presentó la Estrategia de Productos Químicos para la Sostenibilidad (2020) y la Estrategia sobre los Derechos del Niño (2021)» y deje de ceder ante las presiones de la industria química europea, que ha logrado diluir las restricciones de sustancias tóxicas.