Con la incorporación de 24 drones a las regiones policiales y de una aeronave no tripulada de ala fija controlada por Inteligencia Artificial, los Mossos d’Esquadra han desplegado su policía aérea de forma oficial este miércoles. La Prefectura ha diseñado un plan estratégico hasta 2030 para liderar la seguridad integral, por tierra, mar y aire, junto a la innovación tecnológica en el control del espacio aéreo, así como para luchar contra una delincuencia cada vez más especializada.
La policía catalana intensificará el patrullaje aéreo para actuar contra narcotraficantes que operan por mar y localizar plantaciones en zonas de montaña
En este sentido, la aeronave no tripulada se destinará a la lucha contra el terrorismo, las organizaciones criminales de narcotraficantes que operan por vía marítima, como los que llegan en narcolanchas, y el patrullaje para localizar plantaciones de marihuana en zonas de montaña de difícil acceso. Estas aeronaves se suman a dos helicópteros, uno de ellos con capacidad de rescate, que tienen los Mossos.
El plan, presentado por el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, remarca que los Mossos se integrarán en el proveedor U-Space, el espacio aéreo europeo para drones que establecerá actuaciones en este ámbito. De esta forma, se podrán controlar desde el aire infracciones administrativas o penales, la seguridad aérea y la investigación de accidentes aéreos en el U-Space.
Los agentes expertos en drones tendrán base en los aeropuertos de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona
Los agentes de esta área aérea controlarán el uso de aeronaves tripuladas y no tripuladas además de investigar accidentes aéreos. Potenciarán los patrullajes a través de las imágenes en directo captadas por las cámaras de los drones, lo que facilitará los operativos policiales que se controlan desde el Centro de Coordinación (CECOR). Hay 32 agentes especializados en el vuelo de aeronaves no tripuladas trabajen en las diversas regiones policiales y tengan sus bases aéreas en los aeropuertos de Girona, Tarragona, Lleida y Barcelona, aunque se ampliará la plantilla en los próximos meses.
Los Mossos se convierten en el primer cuerpo del sur de Europa en incorporar un dron de ala fija
Con esta Policía Aérea, los Mossos se convierten en el primer cuerpo del sur de Europa en incorporar un dron de ala fija, no tripulado, que tiene más autonomía, velocidad y distancia de vuelo gracias a la Inteligencia Artificial. Su coste fue de 263.300 euros y se unirá al resto de aeronaves, como los helicópteros o los drones multirotores, en la prevención de la seguridad pública.
Sin embargo, los Mossos remarcan que también patrullarán el litoral para controlar el desembarco de narcolanchas junto con detectar plantaciones de marihuana en zonas de difícil acceso. La aeronave se usará en rescates y en las líneas del AVE para controlar robos de cobre. Gracias al envío de imágenes en tiempo real se podrá coordinar con las patrullas policiales en tierra para sorprender a los delincuentes.
En los últimos meses se realizó la formación y entrenamiento de los pilotos del Área Aérea de los Mossos d’Esquadra para empezar a actuar a partir de marzo. El año pasado, la Unidad de Drones (UDRON) activó 500 patrullajes aéreos relacionados con eventos o grandes dispositivos de seguridad ciudadana, apoyo en accidentes o incidentes, apoyo a investigaciones, entradas y registros judiciales, o protección de personalidades, entre otros.
Control del espacio aéreo
Desde hace un año, los Mossos d’Esquadra tienen una Sala de Inteligencia para el Control Aéreo y Marítimo (SICAM) que junto a las salas de mando regionales permite tener información en directo de todo el espacio aéreo catalán. La sala SICAM integra diferentes tecnologías que mediante la inteligencia artificial apoyan a los efectivos policiales en la coordinación, planificación y la predicción de amenazas.
Dentro de la sala SICAM, el sistema Kuppel controla la superficie aérea de Barcelona, el aeropuerto de Barcelona y las instalaciones deportivas del estadio Lluís Companys, así como las infraestructuras aeroportuarias y complejos petroquímicos más importantes de Cataluña. El sistema está formado por sensores y cámaras de alta definición que permiten localizar e identificar de forma fiable aeronaves no tripuladas que sobrevuelan el espacio público y, en caso de que supongan una amenaza para la seguridad pública, poder dar una respuesta rápida.
Se trata de garantizar la seguridad frente a posibles actividades vinculadas a ataques terroristas, interferencias que pongan en riesgo la seguridad aérea, intrusiones o tráfico de drogas. Durante el pasado año, el sistema Kuppel detectó 57.353 vuelos de drones en la ciudad de Barcelona, aeropuerto de El Prat y Tarragona. Según el Departament de Interior, ningún otro organismo estatal ni las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han desplegado este sistema y vigilancia para el control del espacio aéreo.