«Que se vaya a hacer puñetas y deje el ministerio que jamás debió ocupar» es la petición con que ha resumido el senador del PP Luis Javier Santamaría una larga lista de acusaciones y exigencias para la reprobación de Fernando Grande-Marlaska. Y recordando al narco Marcial Dorado, antiguo amigo de Alberto Núñez Feijóo, ha devuelto el golpe el PSOE a los populares.
Menos de 24 horas después de la tensa sesión que protagonizó este martes, el ministro del Interior vuelve a ser asunto principal en el Senado, allí donde el PP tiene su mayoría más holgada; vuelve Marlaska a ser el ministro diana de los populares y, otra vez, el epicentro de un duro enfrentamiento en la Cámara Alta.
El portavoz popular ha enmarcado la continuidad actual de Marlaska en «la degradación moral intolerable a la que ha llegado Pedro Sánchez«. Y en los razonamientos para pedir la reprobación del titular de Interior ha incluido 16 razones y 6 peticiones.
De Melilla a Rusia
Las peticiones son un largo corolario de todas las polémicas acumuladas en el historial de Interior -o no- desde 2018. Por orden de aparición, han ido desfilando en la argumentación del PP la tragedia de la valla de Melilla, el cese del coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos, la devolución de menores migrantes, el «cuidado y engorde de presos de ETA», que la Generalitat no vacunara a policías nacionales ni a guardias civiles, la cesión de competencias de la Guardia Civil en Navarra, una prohibición a los guardias de acudir a los minutos de silencio por sus compañeros asesinados en Barbate, «que los secuaces de Putin campen a sus anchas por Alicante», 250.000 entradas de inmigrantes acumuladas, el software Pegasus, el apoyo del ministro a los indultos del procés y las modificaciones sobre delitos de malversación y sedición, el apoyo de Marlaska a las leyes del «sí es sí» y de Amnistía, un aumento del 5% de infracciones penales hasta los 1,8 millones… y, por fin, «doce días después no ha tenido arrestos para visitar Barbate en una actitud cobarde intolerable», ha concluido Santamaría.
El senador popular ha pedido explicaciones sobre la desarticulación de la unidad antinarco de OCON Sur, y del grupo de estupas de la comisaría de Policía de El Puerto de Santa María. Y ha exigido además que la Armada «colabore de la forma más eficaz» en la lucha antinarco -asunto que contaría con el beneplácito de Defensa-, y que la Audiencia Nacional entienda de los delitos del tráfico de drogas, así como considerar al Campo de Gibraltar como ZES (Zona de Especial Singularidad) para, entre otros fines, evitar la marcha de agentes que piden otro destino «después de que los narcos les enseñen fotos de sus hijos».
Golpe del PSOE
El exdelegado del Gobierno en Madrid José Manuel Franco, hoy senador, ha sido el encargado por el PSOE de devolver una pelota en parecida forma en que lo hizo este martes el propio Marlaska. O sea, si se habla de narcos, citando a uno muy conocido por el PP de Galicia.
«Don Fernando Grande-Marlaska, siendo magistrado, llevó a la cárcel a un señor que se llama Marcial Dorado. ¿Les suena?», ha lanzado Franco a las filas del PP. Y ahí se ha producido una de las polémicas de la jornada: cuando estaba recordando al contrabandista con el que el presidente del PP se dio una vuelta en yate un día de verano de hace 30 años, el presidente del Senado, el popular Pedro Rollán, le ha cortado el sonado del micrófono al senador socialista.
Ha habido protestas en la cámara. Rollán ha explicado que Franco se había pasado en su turno de intervención un minuto y 32 segundos, y que siempre avisa cada 20 segundos cuando un interviniente rebasa el tiempo asignado.
«Ustedes no tienen la exclusiva ni el monopolio del dolor por las víctimas de un asesinato, ni la exclusiva del apoyo de la Guardia Civil», ha reprochado Franco a los populares, antes de tildar la iniciativa de reprobación de Marlaska como «oposición fácil y carroñera».
Franco ha aludido a una investigación en Interior «para ver qué sucedió». Ante los argumentos del PP, el portavoz socialista ha hecho bailar cifras: 82 millones invertidos en seguridad en el Campo de Gibraltar bajo mandato de Marlaska y «cero euros» bajo gobiernos del PP; 1.648 efectivos policiales menos en esa época y 3.190 más con el actual ministro.
Fariña
No ha sido el PSOE el único grupo que ha respondido al PP recordando amistades con narcos. Carla Delgado, de Más Madrid, ha recomendado a la cámara la lectura «del libro Fariña, que por suerte ningún dirigente del PP ha logrado que se secuestre».
Pero el PP no ha estado solo en su ofensiva contra el ministro del Interior. Paloma Gómez, senadora de Vox, ha resumido la situación en el Estrecho como el reinado de «una mocromafia«, en alusión al crimen organizado de origen marroquí que así llaman en Bélgica y los Países Bajos.
Cuando le ha llegado turno por el PP a Alicia García, ha salido un elemento que faltaba de la narrativa de la oposición estos días: «Cinco miembros del Gobierno de España en los Goya y cero en Barbate», ha deplorado. La senadora se explica la continuidad de Marlaska al frente de Interior en que «le mantienen el sillón por ser cómplice de los pactos con Bildu», y en que «Sánchez utiliza a los ministros como escudos humanos».