El hábito de que los sábados sean una jornada laborable más en la reconstrucción del Camp Nou genera fricciones entre los vecinos, el Ayuntamiento de Barcelona y el Barça. El club ha expuesto este miércoles que pedirá permiso al consistorio para que autorice que las obras se amplíen a más fines de semana, como ha ocurrido en los últimos cinco. En cambio, parte de los representantes vecinales han advertido que se oponen a que las labores se extiendan a seis días por semana por rutina.
El desencuentro se ha hecho patente en la reunión mensual que cita al Barça con el distrito de Les Corts y las asociaciones vecinales de la zona para pasar revista a la reforma del estadio. Dos fuentes presentes en la sesión afirman que los miembros de la directiva de Joan Laporta han estimado durante el encuentro que la entidad azulgrana tendrá que requerir al Ayuntamiento que le permita que se trabaje durante unos 40 sábados más. Son exactamente los que quedan de aquí al 29 de noviembre, cuando el club quiere conmemorar los 125 años de su fundación con el primer equipo masculino volviendo a jugar en el Camp Nou, mientras sigue rehaciéndose hasta 2026.
Por su parte, el Barça no confirma que vaya a solicitar que el calendario de obras se amplíe a una cuarentena de sábados. “Se pedirán más pero no hay un número específico”, responde el club. Este jueves presentará una instancia para solicitar al Ayuntamiento que la remodelación pueda proseguir en los próximos sábados.
Sea como sea, la perspectiva de más fines de semana con trajín en el Camp Nou inquieta al movimiento vecinal de las inmediaciones del coliseo futbolístico. El distrito de Les Corts promete sondear cómo “reducir al máximo el ruido y las molestias en estos sábados” de trasiego.
“Preferimos descansar”
“La gente está muy nerviosa, porque las obras están siendo de lunes a sábado”, subraya la Asociación de Vecinos de Camp Nou. Cuestiona que los sábados dejen de ser un comodín tan solo esporádico en el plan para reconstruir el estadio: “Se pidieron unos fines de semana por cuestiones de fundamentación y se dijo que era excepcional, pero ahora ya se ha hecho fijo. Nos dicen que, si no se trabaja en esos sábados, las obras se alargarán un mes y medio más, pero preferimos que se alarguen y que nos dejen descansar los fines de semana. Ahora no podemos ni dormir la siesta”.
“Preferimos descansar los sábados que aguantar ruiditos”, oponen en la Asociación de Vecinos de Sant Ramon. “No queremos que trabajen más en sábados si no es por un motivo excepcional -esgrimen-. Cosas puntuales sí, pero no por costumbre. Dicen que, si no se trabaja en sábado, se alargarán los trabajos. Pero en una obra tan larga no viene de 40 días”.
La pelota está ahora sobre el tejado del Ayuntamiento, que debe resolver si sigue aceptando más fines de semana laborables en el Camp Nou. El distrito de Les Corts contesta que “estudiará” la propuesta del Barcelona de “trabajar los próximos sábados para no alargar la duración de las obras”.
“El Ayuntamiento está intentando mediar entre el club y nosotros para que puedan trabajar bajando un poco el ruido y las obras puedan avanzar”, explica el movimiento vecinal de Les Corts. “El distrito ya sabe lo que pensamos, ahora toca que actúe. Veremos si está a favor del Barça o los vecinos”, zanja otra fuente.
Desvío de camiones
A su vez, la reunión ha servido para anunciar que los camiones se desviarán por la avenida Doctor Marañón a partir de principios de la semana que viene. Los vehículos pesados penetrarán por una nueva entrada al solar donde se reciclan hormigón y acero procedentes del Camp Nou. Se trata del terreno que el Miniestadi ocupaba, donde tres trituradoras reducen escombros a añicos para reutilizarlos en la remodelación. Por ahora, el acceso está enfrente de las viviendas de la calle Cardenal Reig, donde proliferan las quejas por la polvareda que se levanta.
“El desvío es una buena noticia, con eso ganaremos mucho”, celebra la Asociación de Vecinos de Sant Ramon. En todo caso, lamenta que la solución se haya demorado. Aparte, queda pendiente que el polvo deje de dispersarse para incordio del vecindario, como ha ocurrido hasta la fecha. La directiva de Laporta planteó a la Agència Catalana de l’Aigua que le conceda flexibilidad para regar los cascotes, pese a las restricciones por la sequía, y paliar así la polvareda. Por ahora, no ha trascendido ningún acuerdo. Los vecinos han planteado que se examine si cubrir las trituradoras con lonas puede resultar efectivo para prevenir que las partículas se diseminen por el entorno.
A su vez, se ha puesto de manifiesto la queja por que las luces de unas grúas hayan permanecido encendidas por la noche en las últimas semanas y enfocando a las viviendas. El Barça se ha comprometido a arreglarlo este mismo miércoles. El distrito de Les Corts ha añadido que se trabaja en establecer “medidas disuasorias en el interior de las obras” para intentar reducir la presencia de palomas en los aledaños del Camp Nou, en especial en un bloque de Travessera de Les Corts, donde han anidado desde que los derribos las ahuyentaron.