Bancos rotos, caucho levantado, hoyos en la arena, falta de iluminación, instalaciones oxidadas, arquetas de riego abiertas… Es el lamentable panorama en el que se encuentran muchos parques infantiles de Orihuela donde las familias acuden con sus pequeños. «Los niños están en peligro diario», manifiesta Eva Vargas, vecina de Hurchillo que lleva a sus hijos al colegio Fernando de Loaces en el Palmeral. Asidua de un parque en el barrio de San Antón, asegura que en el municipio «no hay ninguno sano».
Es lo que la impulsó en noviembre a crear en Facebook el grupo «Unidos por la dejadez de los parques de Orihuela», donde muchos usuarios -ya lleva 460 seguidores- suben fotos no solo del estado de los parques infantiles sino también de las zonas verdes y de las instalaciones deportivas de todo el municipio, incluyendo pedanías y costa.
Esta vez han registrado en el Ayuntamiento 908 firmas, dentro de una campaña que iniciaron después de Navidad y que continúa abierta, después de «numerosos escritos» a los que no han tenido respuesta ni solución alguna. Por eso, exigen que se subsanen las deficiencias de forma urgente.
Ya en diciembre fue una de las impulsoras de una protesta que reunió a más de 300 personas cansadas, como otras familias, de que los escritos enviados al Ayuntamiento desde hace tiempo para que arreglen las instalaciones infantiles caigan en saco roto, según afirman.
Vargas pone el foco en la falta de seguridad de muchos parques infantiles. «Hay púas, en otro parque se cayó una niña porque el suelo está levantado y se destrozó la cara y el abandono de las zonas verdes en la costa es patente; es que hay mucha dejadez», lamenta.
«La pancarta está guardada como oro en paño», añade, porque «la tendremos que volver a sacar». En este sentido, explica que el grupo de padres, que también están organizados en un grupo de WhatsApp, da el plazo de un mes para que el Consistorio haga algún movimiento.
De lo contrario, «volveremos a hacer una manifestación», indica Vargas, que critica que hasta ahora solo se hayan llevado a cabo «pequeños arreglos en cuatro parques para callar bocas, y esto no es una solución», una solución a la espera de unos presupuestos prorrogados desde 2018 y cuya actualización está paralizada por el momento.
Presupuesto
Víctor Valverde, concejal de Infraestructuras, ha reconocido que «los parques infantiles no están en las mejores condiciones». Según sus cálculos, de los 150 que hay en el municipio «por lo menos 30 tienen serias carencias».
El edil ha explicado que «han estado mucho tiempo abandonados», ya que «vienen de una época en la que se hicieron en torno a 40 gracias a las ayudas del plan Confianza en 2010», pero no se ha seguido el mantenimiento, que depende de «un presupuesto». Ahora bien, la dificultad radica en que la Concejalía de Infraestructuras tiene a su disposición poco gasto corriente y un gasto comprometido de 6 millones de euros para el alumbrado público.
Con todo, Valverde ha insistido en que se están arreglando cinco parques: en La Matanza, Hurchillo, Correntías, San Bartolomé y en un residencial del municipio limítrofe con Bigastro. Algo completamente insuficiente, según alertan los padres que temen que haya una desgracia.