De momento no hay color. Bueno, sí, el color rojo de Ducati, el dorsal 1 del italiano ‘Pecco’ Bagnaia. El dominio del bicampeón de MotoGP. La solvencia del que se sabe superior, a lomos de una ‘Desmosedici’ que, encima, ha mejorado (y mucho) sus dos puntos fuertes de los últimos años: el motor, más potente y con mayor utilización, y la aerodinámica.
Bagnaia cerró ayer, en el trazado nocturno de Losail, en Doha, la capital de Catar, los últimos ensayos para el primer gran premio de la temporada, el de Catar, sí, el próximo 10 de marzo, no solo con el mejor tiempo, como ya hiciera hace un par de semanas en Sepang (Kuala Lumpur, Malasia) sino rompiendo, como ya ocurriera allí, el récord de la pista. Bagnaia ha mejorado, en casi un segundo el 1.51.762 minutos que estableció Luca Marini, el pasado año, hasta dejarlo en 1.50.952.
La moto perfecta
Encima, Bagnaia se atrevió a decir lo que todos sus rivales temen oir: “La Ducati 2024 es la moto perfecta, nuestro departamento de competición ha sabido hacer aún una moto mejor que la del año pasado”, comentó Bagnaia. “Es más, la 2024 tiene todo lo bueno que tenía la 2022 y todo lo bueno de la 2023. Estamos listos para afrontar la primera carrera”, sentenció el bicampeón del mundo de MotoGP (2022 y 2023).
Los otros tres pilotos oficiales de la firma de Borgo Panigale están también listos para el bautismo mundialista, pese a que ayer Jorge Martín no brilló en exceso. Sí lo hizo, como ya ocurriera en Sepang y en el debut en Losail, el italiano Enea Bastianini. ‘La Bestia’ fue segundo en el resumen de los dos días, muy cerquita de Bagnaia.
Quien está feliz, feliz y lo reconoce sin reparo es el veterano piloto catalán Aleix Espargaró, que, a sus 34 años, parece volver a soñar con ser uno de los protagonistas del Mundial que arranca en breve. “La Aprilia RS-GP24 es una moto espectacular. Pese más, es más voluminosa, mucho más física pero hacia mucho, mucho, tiempo que no me divertía tanto pilotando. Estamos listos para la pelea”, señaló el piloto de Granollers, el único Espargaró que queda en activo, aunque su hermano ‘Polyccio’ seguirá como probador de KTM y, además, comentarista de DAZN MotoGP.
Mientras Honda y Yamaha siguen sufriendo para poder codearse con las mejores, Pedro Acosta, el ‘rookie’ de MotoGP, el piloto de GasGas, es decir, de KTM, dio más vueltas que un reloj y siguió demostrando que será un piloto puntero a mitad de temporada, si es que no da la sorpresa mucho antes. Sus entrenamientos han sido impresionante, tanto en Malasia como en Catar, casi como los de Raúl Fernández, con la Aprilia privada.
«Ya hemos llegado al momento más difícil, restar las últimas tres décimas de segundo que nos sacan los más rápidos. Pero estamos en ello»
Mención aparte, como siempre, merece Marc Márquez. El nuevo piloto del equipo Gresini Racing Team Ducati sigue si progresión, demostrando que estamos frente a un nuevo MM93, tal vez la versión 2.0. Nada de precipitaciones, control y esperar el momento en que esté totalmente adaptado, no solo a su nueva moto sino, también, a su nuevo técnico y equipo.
Cumpliendo los plazos
“Lo primero fue conocer la moto y al equipo. Después adaptarme lo antes posible a ella y pillarle el truco a la hora de pilotar, en ese sentido aún sigo peleándome con ella”, comentó Márquez antes de volver a España. “Otro paso, el que hemos dado en este último día en Losail, ha sido conocer el límite de la moto y para ello he tenido que apretar de firme. La próxima lección, ya en el primer fin de semana de gran premio, es empezar a luchar con los mejores”.
Márquez señaló que “ya hemos llegado al momento más difícil de todos, aquel en el que debes reducir las tres últimas décimas que te separan del más rápido, en este caso ‘Pecco’ (Bagnaia). Y, sí, esa es la asignatura más difícil de aprobar”. No obstante, Márquez se considera (casi) listo para la primera batallan. “Si la carrera fuese hoy, creo que podría luchar por el top5 o el top’6. Bagnaia, Martín y Bastianini conocen mucho mejor que yo esta moto y saben sacarle todo el partido. Los analizó en la pista y en su telemetría, pero aún esto lejos de ellos. Todo se andará. Espero”.