Los autores de la ejecución del piloto ruso que desertó en Ucrania, Maksym Kuzmínov, en el garaje comunitario de una urbanización de la Vila Joiosa el pasado 13 de febrero emplearon munición de procedencia rusa para asesinar a su víctima. Aunque no ha trascendido el calibre o marca exactos, el hecho de que la cartuchería sea de fabricación rusa confirma la sospecha de que el fallecido no es el hombre ucraniano de 33 años que decía la documentación que portaba, sino el capitán Kuzmínov, de 28 años.
De hecho, las fuentes próximas a la investigación consultadas por este medio consideran que los verdugos usaron munición rusa para que no existan dudas de que la ejecución, de tintes ejemplarizantes, procede de Rusia y que es la consecuencia directa y anunciada de su deserción mediatizada tras la rueda de prensa que Kuzmínov ofreció en Kiev, flanqueado por dos militares ucranianos uniformados, un mes después de escapar de su país a los mandos de un helicóptero Mi8 durante una misión para transportar piezas para cazas del Ejército de Vladimir Putin.
Mientras tanto, con las huellas y el patrón genético de la víctima, agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Alicante buscan a través de Interpol su cotejo tanto en Rusia como en Ucrania para poder precisar sin lugar a dudas la identidad del joven asesinado, identificado inicialmente como un ciudadano ucraniano de 33 años con una documentación que resultó ser falsa.
A falta de confirmar oficialmente que realmente se trata del piloto ruso, el representante de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Andrí Yusov, aseguró el lunes que Maksym Kuzmínov había muerto, aunque sin mencionar dónde se encontraba el cadáver.
Una fuente del GUR agregó que el piloto murió tiroteado y que cerca de su domicilio se encontró un coche calcinado que podría haber sido utilizado por los asesinos, extremo este último que coincide plenamente con lo ocurrido en el crimen de La Vila Joiosa, porque poco después se localizó el coche en llamas, supuestamente usado por los agresores en su huida, en la vecina localidad de El Campello.
El joven recibió media docena de impactos de bala tras acceder al aparcamiento de la urbanización de La Vila en la que llevaba alrededor de cuatro meses viviendo de alquiler. Según testigos presenciales, el vehículo en el que huyeron los asesinos pasó por encima del brazo de la víctima. Al parecer, tras la deserción, había decidido venirse a vivir a España.
«Cadáver moral y traidor»
Este martes, cuando justo se ha cumplido una semana del crimen, el jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, aseguró que Maxim Kuzmínov era un «traidor».
«Este traidor y criminal se convirtió en un cadáver moral en el momento en que planeó su sucio y terrible crimen», dijo Narishkin, según informa la agencia oficial rusa RIA Nóvosti. Narishkin añadió: «En Rusia se suele decir: sobre los muertos o se habla bien o no se habla».
Cuando la televisión pública rusa informó en octubre sobre la deserción, el reportero adelantó que la orden de liquidar al piloto ya había sido dada.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró durante su rueda de prensa telefónica diaria que no tiene conocimiento de que las autoridades españolas informaran a Moscú sobre lo ocurrido.
Además, precisó que la muerte de Kuzmínov «no es un asunto» que figure la agenda del Kremlin.
El hallazgo del cadáver se produjo sobre las cinco de la tarde, cuando el 112 de Emergencias recibió el aviso de la aparición del cuerpo en el garaje subterráneo de un inmueble situado en la calle Marinada en La Cala, en el término de La Vila.
Los disparos comenzaron en la segunda planta del sótano, pero el cadáver fue localizado en la rampa de salida del aparcamiento, por lo que se cree que la víctima comenzó a ser tiroteada y trató de huir hasta que cayó desplomada. Sobre la «profesionalidad» de los verdugos del joven los investigadores no tienen ninguna duda. De poder sentarlos en el banquillo (los investigadores parten de que al menos participaron dos personas) su enjuiciamiento corresponderá a un tribunal popular en la Audiencia Provincial de Alicante.