El gobierno del canciller Olaf Scholz ha dejado su pronóstico de crecimiento para este año a un mínimo del 0,2% del producto nacional bruto (PIB). Es un fuerte recorte respecto al 1,3 % que estimaba aún hace unos pocos meses y tras haber cerrado 2023 en recesión, con una contracción confirmada del 0,3%.