El mandatario asevera que no permitirá la vuelta de la agencia hasta que no «respete» la soberanía de Venezuela y pida disculpas
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha afirmado este lunes, días después de anunciar la expulsión del personal de la oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), que este organismo se ha «transformado en una oficina de espionaje y conspiración» y ha aseverado que no permitirá su vuelta hasta que no «respete» la soberanía de Venezuela y pida disculpas.
«Esa oficina técnica y algunos de sus voceros rompieron los términos, los principios del acuerdo firmado, violaron la letra y el espíritu de la Carta de la ONU (…) Todos se fueron del país el sábado, afortunadamente, y así será hasta que esa oficina no respete la letra de la ONU, no respete la independencia y soberanía de Venezuela, y no rectifique y pida disculpas», ha declarado.
Maduro ha explicado que la ACNUDH ha estado trabajando en el país latinoamericano desde 2019, cuando estaba Michelle Bachalet en el cargo de Alta Comisionada de Naciones Unidas, e hizo una visita a Caracas, donde se reunieron en el Palacio de Miraflores y firmaron un documento para la creación de una oficina de asesoría técnica para evitar que al organismo les llegaran «puras mentiras», así como «lo que sale en Internet, puras manipulaciones de los portales de noticias de ultraderecha financiada por el Gobierno de Estados Unidos».
«Se firmó, se instaló y, de repente, esa oficina se desvió de ser una oficina de asesoría técnica que respeta las instituciones y asesora las reformas legales que el país necesita para que las instituciones mejores a ser una oficina de espionaje y de conspiración interna», ha declarado, antes de remarcar que se transformó «en un bufete de abogados, terroristas, conspiradores, gobernadores golpistas y magnicidas».
La decisión de Caracas de suspender la actividad de la ACNUDH se dio la semana pasada, alegando una agresión a «la soberanía y autodeterminación del país con mentiras, falsificaciones, desinformaciones y manipulaciones» tras el posicionamiento de esta ante la detención de la activista Rocío San Miguel, que tiene también nacionalidad española, acusada de presuntos delitos de traición, conspiración y terrorismo.
Desde octubre de 2019, ACNUDH ha estado trabajando en Venezuela, brindando asistencia técnica y haciendo seguimiento de la situación para proteger y promover el respeto de los Derechos Humanos, mejorar el Estado de derecho y proteger el espacio democrático.
Esta oficina también ha estado brindando apoyo para el desarrollo inclusivo y participativo del segundo plan nacional de Derechos Humanos y el establecimiento de un mecanismo nacional para la presentación de informes y el seguimiento de las recomendaciones de los mecanismos internacionales de Derechos Humanos.