La elección del proeuropeo Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo entre 2014-2019, como primer ministro de Polonia el año pasado ha supuesto un cambio de rumbo radical en la política polaca que empieza a concretarse en hechos. El ministro de Justicia polaco, Adam Bodnar, ha presentado este martes ante los ministros de asuntos europeos el plan de reformas con el que Varsovia aspira a restaurar el estado de derecho y la independencia judicial en el país y clausurar así el procedimiento sancionador del artículo 7 activado hace seis años por Bruselas. Las reacciones del resto de gobiernos han sido «positivas», según la ministra de exteriores belga, Hadja Lahbib. «Querer es poder», ha añadido afeando al anterior ministro de justicia polaco no haber pisado nunca Bruselas.