Las ciruelas deshidratadas, un alimento sabroso versátil y nutritivo, han sido parte de la dieta humana durante siglos, aportando no solo su delicioso sabor, sino también una rica historia y una serie de beneficios para la salud. Originarias de las regiones que abarcan desde Europa hasta Asia, estas frutas han sido apreciadas por diversas culturas a lo largo del tiempo.
La práctica de deshidratar frutas, incluidas las ciruelas, se remonta a la antigüedad, cuando nuestros ancestros descubrieron que al retirar el contenido de agua de las frutas, podían conservarlas por más tiempo y disfrutar de sus sabores fuera de temporada. Este proceso de deshidratación permitió que las ciruelas fueran transportadas y comercializadas más fácilmente, extendiendo su disponibilidad y por todo el mundo.
En términos de composición nutricional, las ciruelas pasas ofrecen una combinación única de nutrientes esenciales. Por cada 100 g de porción comestible, proporcionan 201 calorías, 40 g de carbohidratos, 2,3 g de proteínas y una impresionante cantidad de fibra de 161 g. Además, son una buena fuente de potasio, hierro, magnesio, calcio, provitamina A, vitamina C y niacina, todos ellos nutrientes importantes para mantener la salud óptima del cuerpo.,
Beneficios demostrados
Las ciruelas desecadas, además de ser una deliciosa opción para satisfacer antojos, destacan por sus numerosos beneficios para la salud, según diferentes estudios. Uno de ellos es el publicado en la revista Alimentary Pharmacology and Therapeutics. En esta línea, las ciruelas desecadas se revelan como una solución natural y efectiva para el estreñimiento. Su riqueza en fibra y sorbitol promueve el movimiento intestinal, aliviando este problema de manera eficaz y sin necesidad de recurrir a medicamentos.
Pero los beneficios de estas frutas no se detienen ahí. Su contenido significativo de antioxidantes las convierte en aliadas poderosas contra el envejecimiento prematuro y promueve una óptima salud cardiovascular. De esta forma, la acción combinada de la fibra y los antioxidantes contribuye a reducir los niveles de colesterol, fortaleciendo así la salud del corazón y previniendo enfermedades cardíacas.
Un aspecto igualmente relevante es su potencial para reducir el riesgo de cáncer de colon. Estudios sugieren que las ciruelas desecadas facilitan la retención de bacterias intestinales beneficiosas en el colon, lo que puede desempeñar un papel crucial en la prevención de esta enfermedad tan preocupante.
Excepcional para mujeres con menopausia
Un reciente estudio llevado a cabo por la Florida State University, publicado en el British Journal of Nutrition, ha arrojado resultados prometedores sobre el papel de las ciruelas pasas en la mejora de la densidad ósea en mujeres posmenopáusicas, cuya edad promedio suele rondar los 50 años. Este estudio ha despertado un gran interés, ya que sugiere que la inclusión de ciruelas pasas en la dieta podría ser un factor importante en la prevención de la osteoporosis y otras condiciones asociadas con la pérdida de densidad ósea.
La investigación, que contó con la participación de 89 mujeres durante un período de un año, reveló que aquellas que incluyeron ciruelas pasas en su dieta experimentaron mejoras significativas en sus niveles de densidad ósea. Este hallazgo ha generado entusiasmo entre los autores del estudio, quienes abogan por prestar más atención a este alimento deshidratado.
Una de las ventajas más destacadas de las ciruelas deshidratadas es lo fácil que resulta incorporarlas a la dieta diaria. Por tanto, se trata de una opción muy a tener en cuenta para prevenir, de una forma deliciosa, las fracturas y otros problemas asociados con la osteoporosis son notables.
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