La Audiencia de Las Palmas juzga este jueves a una pareja acusada de captar a mujeres en Venezuela para prostituirlas en distintos locales de San Bartolomé de Tirajana durante la primera mitad de 2019. La Fiscalía pide una pena de siete años de cárcel para cada uno de los encausados por un presunto delito de trata de seres humanos y otro contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los dos acusados «se dedicaron a captar a mujeres venezolanas bajo la promesa de ejercer la prostitución en España con unas condiciones dignas y, una vez en territorio español, tales personas, aprovechando la situación de absoluta necesidad y vulnerabilidad en que se encontraban tales mujeres, las explotaron sexualmente con el único propósito de lucrarse económicamente con el dinero que estas obtenían de tales actividades».
La pareja estaba formada por Manuel Ángel D. V., de nacionalidad española, y George Michael R. A., nacido en Venezuela, que residían juntos en el sur de Gran Canaria. El Ministerio Fiscal sostiene que ambos buscaban a mujeres en Venezuela, les prometían que a su llegada conseguirían un trabajo con mejores expectativas y se comprometían a sufragarles los gastos del viaje.
La acusación sostiene que se aprovechaban de mujeres en situación de vulnerabilidad
«Una vez que las mujeres llegaban a la isla de Gran Canaria como parte final del viaje organizado por los acusados, eran trasladadas al complejo hotelero del que era propietario el acusado Manuel Ángel D. V. o al domicilio donde estaban empadronados ambos encausados, lugares en los que permanecían alojadas durante todo el tiempo que debían ejercer la prostitución», asegura la Fiscalía. Las mujeres no podían disponer del dinero que ganaban, ya que la mayor parte iba destinado a sufragar las deudas contraídas con sus captadores en conceptos de gastos de viaje, luz y agua.
La presunta red de trata quedó al descubierto por la confesión de una testigo protegido, que es una de las mujeres que ejercía la prostitución al sur de la Isla. La denunciante necesitaba salir de Venezuela en 2019 por la situación de inseguridad y la falta de medios que tenía en su país natal, una situación que se vio agravada cuando se quedó sola a cargo de sus cuatro hijos tras el fallecimiento de su marido.
Prometían una mejor vida
El 31 de enero conoció a George Michael en la isla de Margarita y entablaron una relación de amistad, que llevó a la mujer a confesarle que estaba pasando por una situación económica y familiar complicada. Fruto de la confianza que habían forjado entre ambos, el acusado supuestamente le propuso que viniera a España, ya que podía ganar 5.000 euros por semana en el ejercicio de la prostitución. La testigo señaló que su entonces amigo le habló de unas condiciones de trabajo que consistían en repartir el dinero a partes iguales, de forma que él dispondría de un 50% y ella del otro 50%, a excepción del precio del pasaje que tendría que abonar. Con esa expectativa, la mujer aceptó.
La denunciante cogió un vuelo pagado por Manuel Ángel desde Caracas hasta Madrid el 27 de mayo, acompañada del acusado y de otras dos chicas a las que no había conocido antes. Según su versión, para llegar a España tuvo que simular que era pareja sentimental de George Michael y aportar una reserva hotelera en los apartamentos que poseía Manuel Ángel, en los que figuraba como día de entrada el 28 de marzo y de salida el tres de abril.
Las víctimas ejercían los primeros días en el hotel de uno de los encausados y en la vivienda de ambos
Cuando llegó a Gran Canaria se alojó en dicho establecimiento y allí empezó a ejercer la prostitución al cabo de dos o tres días. «Desde el momento de su llegada, ambos encausados, previo concierto, compelieron a la testigo a prostituirse para pagar la deuda contraída con ellos, que ascendía a 3.800 euros, sin haberle avisado hasta ese instante de cuál sería el importe a abonar, el cual excedía notoriamente del precio de un billete de avión, además de tener que pagar otros gastos en concepto de limpieza, agua y luz», sostiene el Ministerio Fiscal.
Primero en los apartamentos, luego en el domicilio particular de los dos acusados y por último en una casa de chicas cuya ubicación se desconoce, la testigo protegido asegura que estuvo ejerciendo la prostitución alrededor de dos meses. Todo esto fue, según la Fiscalía, «bajo el control de los acusados, quienes le impedían la salida libre y la trasladaban de un lugar a otro con la finalidad de obtener mayores ganancias económicas«. Cuando la testigo conoció a su actual pareja sentimental, consiguió marcharse de la última casa en la que ejerció.
El juicio se retoma este jueves tras un primer aplazamiento por la ausencia de uno de los investigados, George Michael, que fue puesto en busca y captura al no haber podido ser localizado para la vista oral prevista a finales de 2022.