Manacor no tendrá agua potable tal y como estaba previsto en los planes municipales para este 2024. Se frustra así uno de los proyectos estrella del actual equipo de gobierno de izquierdas (Més-Esquerra, AIPC), que tenía programado que toda la ciudad pudiera disponer de agua corriente de calidad este año y por primera vez en la historia del municipio. Ahora, la suspensión de los trámites para construir la planta potabilizadora debido a una modificación técnica que durará al menos cuatro meses, hace que todo se retrase hasta 2025, si todo va según el nuevo planteamiento.
Según explica el responsable político de Medio Ambiente, Sebastià Llodrà, «hemos tenido que parar para solucionar una serie de deficiencias, para redactar un modificado, puesto que la dirección de obra considera que deben buscarse mejores alternativas a la hora de redistribuir distintos elementos, como transformadores y demás, para que todo quede más limpio y fácil de mantener después».
Llodrà habla de un decreto municipal del pasado 1 de febrero mediante el cual se suspende el contracto de los lotes 1 y 2 de construcción, por un plazo de cuatro meses. Con lo que en el mejor de los casos los trabajos para la gran potabilizadora que debe suministrar agua a todos los hogares del casco urbano manacorí empezarían en junio. Teniendo en cuenta que los plazos para completarla son de ocho meses, la activación de la planta ya no sería hasta entrado 2025.
Núria Hinojosa (PSOE) recuerda que ya se tuvo que licitar la obra en dos partes por separado, por un lado la construcción y por otra la dirección, coordinación y seguridad «por problemas con el presupuesto de 2023. Pero de todo eso ya ha pasado más de un año y las obras del proyecto estrella no han empezado». Un proyecto que fue licitado finalmente en su primera parte a la empresa Facsa por 2,7 millones de euros.
Así las cosas, todavía falta que la modificación pase por la aprobación del consejo de administración de la SAM (la empresa municipal que se encarga, entre otras cosas, de la gestión de la red de agua en Manacor) en cuyo próximo orden del día ni siquiera contempla la modificación del actual proyecto. «No vamos a correr. La potabilizadora es una necesidad para la ciudad y debe quedar lo mejor posible. El proyecto debe ser revisado y la dotación de trabajadores que comportará una vez abierta, también. Si para ello debemos convocar un pleno extraordinario lo haremos», dice Llodrà.
Las cifras
La planta potabilizadora definitiva de Manacor se construirá en las instalaciones del depósito de agua de la Empresa de Servicios de Manacor (SAM), en el polígono agroalimentario. El proyecto salió a licitación en noviembre de 2022 por 3,8 millones de euros y finalmente se ha adjudicado en su totalidad por 3,1 millones.
La planta potabilizadora será capaz de producir un máximo de 10.000 metros cúbicos al día de agua apta para el consumo humano y se dividirá en tres líneas para adaptarse a las curvas de demanda de la población y poder alternarlas para su mantenimiento y conservación, así como hacer frente a posibles averías y demandas punta. El caudal mínimo se situará en torno a los 150 metros cúbicos/hora y el máximo de los 350 m3/h, con un promedio de 236 m3/h. Cada línea producirá 138,9 m3/h y entrarán en funcionamiento de forma consecutiva según la demanda. El rendimiento eléctrico será de 0,5 kWh/m³ de agua potable producida. El rendimiento de la planta respecto al porcentaje de desecho será como máximo del 20% respecto al agua producida.
El 29 de diciembre de 2021, ya empezó a funcionar una planta potabilizadora piloto proporcionando agua potable a una fuente de agua potable que quedó abierta al público 12 horas diarias, de 8 ha 20 h, con un caudal de hasta 24 metros cúbicos por hora La fuerte demanda, dada la calidad del agua, hizo que en mayo se instalara una segunda fuente.
Después del periodo de pruebas, la minipotabilizadora suministra agua potable desde enero de 2023 a unas 330 viviendas y locales del sector de Sa Volta, además de a 140 viviendas y locales más del barrio del Serralt, incluida la escuela de Jaume Vidal, que cuenta con 450 alumnos y servicio de comedor. El agua potable, entre viviendas y locales, alcanza ya una población residente aproximada de 1.500 personas más los 450 alumnos del CEIP.
El agua disponible para el suministro en la ciudad de Manacor no es adecuada para el consumo humano debido a la alta concentración de nitratos, con valores muy por encima de los límites exigidos por la normativa sanitaria. Con esta nueva infraestructura, se remediaría esta situación que se da desde los años 80, cuando se puso en marcha el servicio de suministro.
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