EL ESFUERZO Y LA ENTREGA de los y las candidatas y sus equipos de campaña durante estas dos últimas semanas ha sido ímprobo y fatigoso. Asumo con admiración el agotamiento acumulado por las formaciones que aspiraban a obtener representación en el Parlamento de Galicia y a hacerse con la batuta de la Xunta, así como la paciencia, comprensión y condescendencia de esos familiares que han soportado estoicamente las exigencias, el sacrificio y el estrés que supone convivir en período electoral con quienes desean trabajar, desde las más altas instituciones, en beneficio de todos los gallegos y gallegas. Estoy convencido de que son muchos los ciudadanos que han tenido la oportunidad de leer, con cierto detenimiento, los programas que los diversos partidos políticos habían diseñado para mostrarnos sus iniciativas y estrategias destinadas a construir una Galicia más próspera y venturosa.