La justicia ha condenado a una empresa de transporte radicada en Alicante a readmitir a un trabajador e indemnizarle con 30.000 euros por daños morales, por despedirle tras un episodio de infarto que le sobrevino en una localidad alemana y dudar de su estado de salud por el poco tiempo en el que tardaron en darle en alta. Pese a su situación, tuvo que conducir más de 600 kilómetros hasta Francia, donde fue recogido por un compañero para seguir haciendo repartos, por lo que no llegó a España hasta nueve días más tarde.