La pesca argentina logró frenar el voraz efecto de la Ley Ómnibus sobre el sector. Se impuso en un paro que dejó puertos como el de la imagen, completamente paralizados, y gracias a su resistencia consiguió domar las amenazas del Ejecutivo de Javier Milei. Las apaciguó hasta hace solo unos días, cuando el propio ultra reconocía que no iba a ser cómplice “de los negocios de algunos con la industria pesquera”. Volvió a tensionar así un problema que parecía ya darse por superado, tras no prosperar un combo de políticas que afectaban a más de 80 pesqueros de capital gallego y pusieron en riesgo 400 millones de euros de negocio.
Ante esta situación, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se reunió este domingo con Diana Mondino, su homóloga en el país sudamericano. En un comunicado remitido a los medios, el Gobierno aclara que el objetivo del encuentro fue abordar las relaciones bilaterales y la necesidad de “seguridad jurídica” para la inversión nacional al otro lado del charco. Y manifiesta que España continuará impulsando una relación “en favor del bienestar y la prosperidad de nuestros pueblos, tanto en el plano bilateral como en los ámbitos iberoamericano y multilateral”.
Albares aseguró hace poco que estaba “siguiendo personalmente” esta cuestión. “La pesca es un sector clave para España del que dependen muchas familias y este Gobierno, no les quepa la menor duda, va a proteger sus intereses si estuvieran amenazados”, señaló al respecto.