Algo raro debió de sentirse Julián Araujo el sábado pasado cuando en el minuto 58 del partido entre el Atlético de Madrid y la UD Las Palmas saltó al césped del Cívitas Metropolitano. Llevaba dos meses sin jugar un partido de LaLiga salvo los minutos de la basura del duelo anterior ante el Valencia, o sea, nada, y por fin volvió as sentirse útil. En la temporada de su preparación para intentar dar el salto al FC Barcelona el curso que viene, seis partidos sin jugar prácticamente son muchos. Ahora, el mexicano espera recuperar su sitio.