Las Bodas de Isabel culminan hoy con la muerte de Isabel y Diego en una plaza de la Catedral de la capital turolense abarrotada por los miles de vecinos y visitantes que se han congregado en esta nueva edición de la celebración de la leyenda de los Amantes de Teruel.
El féretro de Diego, portado a hombros por las calles del casco histórico de Teruel, atravesaba la plaza del Torico, abarrotada de visitantes, para llegar hasta la plaza de la Catedral, donde tenía lugar su sepelio y la despedida final de la Leyenda de los Amantes.
Una mujer misteriosa aparecía en el entierro del difunto a las 12:30 del mediodía para dar el último adiós a uno de los protagonistas de la fiesta medieval.
Tras descubrirse el rostro, esa mujer resultaba ser Isabel de Segura, quien acudía hasta el difunto para entregarle el beso que le negó el día anterior, todavía en vida, tras el regreso de Diego de la guerra y descubrir este que ella se había casado ya.
Una vez entregado su beso, Isabel caía muerta sobre el cuerpo del difunto sellando así su amor eterno, tal y como cuenta la Leyenda de los Amantes de Teruel.
La muerte de Isabel de Segura ha conmocionado a todos los presentes en una plaza de la Catedral rebosante de turistas.
Tras lo sucedido, ambas familias, la de Isabel de Segura y Diego de Marcilla, han decidido darles sepultura juntos para que nunca más se volviesen a separar. Desde ese momento, ambos descansan en paz hasta nuestros días.
Tras la escena final de las Bodas de Isabel, las exequias de los difuntos fueron paseadas por la comitiva fúnebre por todo el centro histórico de la villa.
A golpe de tambor y bombo, los turolenses y visitantes siguieron a los difuntos para despedirse de los Amantes de Teruel.