Santa Brígida tiene en mente un plan ambicioso de reasfaltado de carreteras que comenzará en breve, según las previsiones del ayuntamiento. Desde el consistorio apuntan que los cálculos de este 2024 se centran en ejecutar las obras cuyos proyectos ya están redactados, como es el caso del reasfaltado de Cruz de Morales, el hormigueado de dos caminos vecinales en la zona de Pino Santo Bajo y el reasfaltado de la subida al Tejar junto al acceso del colegio Lola Massieu, además de las vías adyacentes a esta zona. Estas intervenciones, si no hay contratiempos, se espera que comiencen a partir del segundo semestre del año.

Según Javier Ramírez, concejal de vías y obras del ayuntamiento de Santa Brígida, la idea se centra en realizar una modificación de crédito en los proyectos mencionados para posteriormente lanzarlo, con la mayor brevedad posible, a la plataforma de contratación. «No solo queremos reasfaltar, sino también ir sacando proyectos y ejecutarlos si hubiera posibilidad, porque la idea es intentar que cada año se reasfalte como mínimo el 10% de las vías de competencia municipal, y que cada 10 años se vaya renovando, que es más o menos la vida útil de un asfalto», explica Ramírez.

Mejorar la Cuesta del Reventón

Además de los proyectos mencionados, que comenzarán a lo largo del año, se prevé un proyecto de reasfaltado en la calle Gonzalo Medina, donde se están rehabilitando las 96 viviendas del municipio. Por otro lado, desde el consistorio aseguran que actualmente están llevando a cabo la redacción de proyectos para la reurbanización y el asfaltado de la Cuesta del Reventón, que en palabras de Javier Ramírez luce un «estado pésimo». Una vía importante porque no solo comunica a la gente que vive en esa zona, sino también a los vecinos del barrio de La Atalaya, que utiliza esa entrada y salida para comunicarse con Las Palmas. Proyectar el reasfaltado de la calle Real de Coello y el acceso al barrio de Los Silos y mejorar el acceso a Pino Santo Alto también entra en los planes del ayuntamiento para este año, siempre y cuando los diferentes contratiempos lo permitan.

La idea es intentar que cada año se reasfalte como mínimo el 10% de las vías de competencia municipal, y que cada 10 años se vaya renovando

La intención es conseguir a lo largo del año las subvenciones correspondientes para poder ejecutar con la mayor brevedad todos esos planes. «La intención es hacerlo, pero a veces no depende del ayuntamiento únicamente», explica Javier Ramírez. «Todo dependerá de diferentes factores, y si todo fuera sobre ruedas y sin inconvenientes, que es difícil, podríamos ser más optimistas», dice el concejal, con la certeza de que lo mejor es ser cautos y no crear falsas expectativas. En el ayuntamiento son conscientes de que hay prioridades, y que para cualquier vecino lo suyo es lo más urgente. Sin embargo, ellos se han decantado por esas vías, las que estiman que son las que tienen más necesidad.