Pedro Sánchez ha presumido durante los últimos meses de que las políticas de distensión impulsadas por su Gobierno han logrado que la situación de Cataluña ya no sea una preocupación para los españoles. Sin embargo, ese argumento ya no es válido: la ley de amnistía que tramita el Congreso ha avivado el conflicto.
Lo constata el último barómetro del CIS, publicado esta semana, según el cual la «independencia de Cataluña» ya preocupa a los ciudadanos tanto como el cambio climático o la educación. Pero no es una foto estática: los sucesivos barómetros demuestran que la inquietud de los españoles por esta cuestión no ha dejado de crecer en los últimos meses.
En mayo de 2023, antes de las elecciones y cuando el PSOE mantenía que no sacaría adelante una amnistía para los independentistas, sólo el 0,1% de los encuestados por el CIS señalaba a Cataluña como el primer problema de España. Ocupaba el puesto 45 de todos los problemas mencionados.
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En el barómetro del CIS del pasado lunes, la «independencia de Cataluña» ya ha escalado al puesto 20. Aunque sólo la señala el 1,1% de la población como el principal problema, la importancia radica en que escale en el ranking. La mayor preocupación (los problemas políticos) ronda el 13%.
Primero en la campaña de las generales del 23-J, y ahora en las gallegas del 18-F, Sánchez ha reiterado que cuando llegó a la Moncloa, encontró en Cataluña la mayor crisis constitucional en cuatro décadas de democracia. Pero, ha añadido, medidas impulsadas por el Gobierno como los indultos han logrado rebajar la tensión en aquella comunidad autónoma.
«Si nos atenemos al debate que realmente interesa, a lo hecho y a las propuestas de futuro, creo que el resultado es incuestionable. ¿Cuáles eran las tres preocupaciones de los ciudadanos en 2019? Paro, corrupción y Cataluña«, exponía Sánchez en una entrevista en junio.
Aunque es cierto que la preocupación por Cataluña no ha llegado a los niveles inmediatamente posteriores al 1-O, los últimos barómetros del CIS demuestran una fuerte tendencia al alza.
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Si en mayo esta cuestión ocupaba el puesto 45 del ranking, en junio cayó aún más, al puesto 50. La tendencia comenzó a invertirse en julio, cuando creció ligeramente hasta el puesto 48. En ese momento, el PSOE descartaba conceder la amnistía a los independentistas. «De la amnistía ni hablar», dijo Salvador Illa el 24 de julio, el día siguiente a las elecciones.
Pero en cuanto el PSOE se abrió a negociar una amnistía con Junts, el CIS empezó a reflejar que la preocupación por el independentismo en Cataluña crecía notablemente. En septiembre de 2023 llegó al puesto 38, escalando diez posiciones con respecto a julio. En diciembre ya estaba en el puesto 26.
En ese momento, poco antes de la Navidad, tanto el PSOE como el Gobierno empezaron a llevar a cabo una especie de labor «didáctica». Pasaron de no hablar de la amnistía a defender sus bondades para mejorar la convivencia en Cataluña. Y esta tarea pareció dar resultado
El problema de Cataluña descendió al puesto 32 de las preocupaciones del CIS en enero –en diciembre estaba en el 26– y otras encuestas indicaron que la oposición a la amnistía había comenzado a decrecer. Sin embargo, el aumento de tensiones entre Junts y el Gobierno ha puesto en tela de juicio las bondades de esta iniciativa parlamentaria.
El pasado 30 de enero, Junts retrasó la tramitación de la amnistía en el Congreso porque los socialistas se negaron a incluir en la misma todos los delitos de terrorismo y los de alta traición. Desde entonces, el partido de Carles Puigdemont se ha mostrado inamovible al respecto.
Esa situación ha hecho que vuelvan las reticencias de la ciudadanía. Lo muestran algunas encuestas que preguntan por la amnistía. Así lo indica el sondeo de SocioMétrica publicado el pasado fin de semana por EL ESPAÑOL, según el cual el 77,8% de los españoles (y el 49,6% de los votantes del PSOE) rechazan la medida de gracia.
En cuanto al barómetro de Tezanos, la preocupación sobre Cataluña ha escalado ya al puesto 20, su récord desde el año pasado. A pesar del Gobierno, este aumento paulatino a lo largo del tiempo desmonta el argumento usado por Sánchez en las elecciones del pasado 23-J.
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