No soy el mayor fan de Foulquier. O no lo era. Es la realidad. Pero en un Valencia de mínimos tiene tanto sitio en la plantilla como cualquier otro jugador e incluso cuando sale de titular no desentona. De hecho se convierte en uno de los mejores de vez en cuando. Así lo hizo contra el Athletic club hace no tanto en Mestalla en una victoria en la que secó a Nico Williams, uno de los mejores futbolistas en el uno contra uno de la liga española. Y ayer no solo fue superior en el aspecto defensivo, sino que en el tema ofensivo dio muestras de que puede aportar e incluso generar ocasiones claras de gol. Su acierto atrás y su carácter voluntarioso en ataque deja claro que en partidos donde la calidad global no es espectacular, como es el caso de las plantillas de Valencia y Sevilla en la actualidad, la implicación lo hace todo. Y en eso nadie le puede negar a Foulquier que la tiene de sobra. Su profesionalidad está siempre fuera de dudas. Y a nivel físico poco se le puede decir. Ha jugado 21 partidos de liga de los 25 de esta temporada. Y ya suma 7 encuentros de manera consecutiva jugándolo todo. En definitiva, Foulquier es el ejemplo de que cuidándose y dejándose la piel, en este Valencia te da de sobra para ser un jugador que suma mucho más que resta. Y siendo sincero hace no tanto pensaba que era un jugador que en ocasiones suponía un problema en defensa. Qué alegría ver que las cosas cambian y que los jugadores, de vez en cuando, te cierran la boca.