Empate dramático con sabor a derrota entre Granada y Almería

El partido disputado en Los Cármenes tenía aroma de final. Para el Granada era la opción de reengancharse a la salvación. Para el Almería un ahora o nunca de cara a conseguir la primera victoria de la temporada. Debutó Jonathan Viera, que a pesar de estar en forma de sus botas sigue saliendo un fútbol del que el equipo indálico carecía. Al final cosecharon un empate que no sirve a ninguno de los dos. 

Los primeros minutos fueron de poco fútbol y de mucho ‘barro’. Se notaban los nervios y la trascendencia del duelo para ambos. Gonzalo Villar cometió en el 5′ una dura entrada sobre Robertone que le podría haber supuesto la roja directa. Más tarde se jugó la segunda amarilla y Medina lo retiró del campo en el 33′ para evitar sustos. 

Uzuni tuvo la primera clara ante Maximiano, que volvía a su casa y de nuevo fue de los mejores del conjunto almeriense. Le negó el gol al delantero albano en un uno para uno en un despiste defensivo derivado de un saque de banda ejecutado a máxima velocidad. 

Golazo de Pubill y mejora del Almería 

En una perdida absurda de Hongla en salida de balón el Almería hizo lo que no ha hecho a lo largo de toda la temporada, aprovechar los errores rivales y castigarlos. Marc Pubill exhibió pegada y la clavó en la escuadra. El lateral derecho se disfrazó de killer. Crecieron los de Garitano, que estaban mejor plantados y dominando los tempos a su gusto. Consiguieron ampliar la ventaja hasta dos veces más, pero el fuera de juego se cruzó en su camino para impedírselo. Ni Embarba ni Arribas -autores de los goles- estaban en offside, pero sí que se encontraban en situación antirreglamentaria Edgar y Lozano, los asistentes. 

En el equipo del Cacique Medina la ansiedad y los nervios impidieron a sus futbolistas sacar su mejor versión, siendo Pellistri el único que mostró desparpajo en sus acciones. 

Segundo tiempo de falsa comodidad y de polémica

Los nazaríes salieron con todo del entretiempo en busca del empate. Presionaron arriba, empezaron a centrar una y otra vez y embotellaron al Almería durante unos minutos. Sin embargo, fue un efecto gaseosa, que duró poco. Y poco a poco los visitantes volvieron a encontrar una comodidad engañosa. No sufrían en defensa y encontraban huecos para transiciones rápidas, pero no sentenciaban y poco a poco iban apareciendo los fantasmas del pasado, esos que han impedido que el Almería haya ganado ningún partido en lo que va de temporada. 

Una vez más de la nada llegó el gol en contra al Almería. Fue en un despeje largo de Maximiano que no pudo amortiguar Embarba, el esférico cayó en los pies de Gumbau que cómodamente pudo filtrar un pase entre centrales para dejar solo ante el portero a Uzuni, que no perdonó y definió a un costado a las mil maravillas. Se vino arriba el Granada y también el estadio, que apretó como nunca. Quedaban 15 minutos trepidantes, en los que ambos equipos reclamaron pena máxima. La primera de Pubill sobre Maouassa, que notó un ligero empujón y se dejó caer. Gil Manzano señaló penalti, Medina se fue por el túnel de vestuarios para no verlo, pero el VAR llamó al colegiado para que lo revisara. Tras la revisión dijo que no había nada. 

Poco antes del 90 Pozo intentó regatear a Batalla y el argentino tiró al sevillano al suelo, pero para el colegiado no supuso infracción. De hecho amonestó al ex Granada por simular. En el descuento tuvo dos el Almería, que igual que en partidos anteriores no estuvo preciso en los metros finales y dejó escapar ocasiones clarísimas. La salvación muy complicada para ambos. 

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