El estado natural del Rayo Vallecano es la agitación continua. La falta de calma ha sido el motor histórico de un equipo al que apodaron ‘matagigantes’. Llegó a jugar en Europa, fue pionero en el desarrollo del fútbol femenino en España -ahora abandonado-, fichó a Hugo Sánchez, estuvo al borde de la desaparición con Ruiz-Mateos… Muchas marcas en el cuerpo de un club que está viviendo una temporada convulsa, no por falta de objetivos, sino por todo lo contrario. El Rayo del recién presentado Iñigo Pérez recibe al líder Real Madrid tras despedir a Francisco, siete puntos por encima del descenso y con Vallecas en pie de guerra por una anunciada deslocalización.
En lo deportivo, el equipo madrileño está viviendo una profunda resaca de la temporada pasada, en la que terminó undécimo tras cuajar un gran año a los mandos de Andoni Iraola. El técnico vasco fue el ejecutor del regreso del Rayo a Primera. Con un estilo muy marcado logró meter al equipo en la clase media de LaLiga. Presa y David Cobeño, director deportivo de la entidad, han apostado por el ‘efecto recuerdo’ con la contratación de Iñigo Pérez, quien fuera segundo del guipuzcoano.
El Rayo, colista de la segunda vuelta
El interés por el ex de Osasuna, Numancia o Athletic viene de lejos. Antes de contratar a Francisco ya fue la principal opción que se barajó para el banquillo de Vallecas. Iñigo Pérez prefirió marcharse con Iraola para acompañarle en el Bournemouth, pero su aventura se frustró por problemas con el permiso de trabajo a causa del galimatías burocrático que ha supuesto el ‘Brexit’. Será su primera experiencia como entrenador principal. Colgó las botas en verano de 2022 y aceptó el ofrecimiento de Iraola en el Rayo después de la marcha de Unai Mendia al Bolívar de la mano de Beñat San Jose.
A Iñigo Pérez le beneficiará conocer un vestuario falto de confianza. Al Francisco le ha pasado factura que el Rayo haya sido incapaz de ganar un solo partido en Vallecas, a través del que se construyen el resto de objetivos. Si se tienen en cuenta solo los datos de la segunda vuelta, el Rayo sería colista, con solo un punto sumado. La gran rémora estadística de los franjirrojos es su inoperancia ofensiva. El Cádiz es el único equipo que menos goles ha anotado en lo que va de temporada (15 frente a los 21 de los rayistas, igualados con el Mallorca).
Falcao es un veterano que afronta el final de su carrera. Camello cumple con su función de ‘falso 9’, pero no es ni mucho menos un artillero de más de diez goles, un rol al que va encaminado Álvaro Rodríguez siendo extremo. Todos los focos apuntan a Raúl de Tomás, el fichaje más caro de la historia del equipo vallecano (8 millones de euros). La gran apuesta, con contrato hasta 2027, que ha pasado de la titularidad a la suplencia en medio de un conflicto con Francisco.
Presa: «El estadio no ha sido justo con Francisco»
«Raúl y yo hemos tenido muchas conversaciones a lo largo de la temporada. Es un tío que va de cada, como yo. Tiene que poner de su parte y es importante, tanto lo que haga en el campo como en el día a día», reconocía el ya exentrenador del Rayo. En su despedida, Francisco fue arropado por jugadores importantes como Isi Palazón. «Agradecido por tu trabajo y profesionalidad. Por tu honradez como entrenador y bondad como persona. Mucha suerte para el futuro, la mereces», escribió un jugador que el año pasado hizo una temporada que le hizo ser candidato a ir con la selección.
Pagó un alto coste, como admitió en una entrevista en la que habló de los momentos en los que el Rayo coqueteaba con Europa. «Pensaba que iba a tener un infarto, que me iba a morir… No le quería contar nada a mi familia y ese fue el peor error que tuve», confesó. En la presentación de Iñigo Pérez como nuevo técnico rayista, Presa descargó la destitución sobre las espaldas de la afición. «Por parte del estadio le ha faltado cariño. No ha sido merecedor de ese trato por el comportamiento que ha tenido. Es un día triste», defendió un máximo mandatario que vive en una guerra continua con gran parte de la grada.
El último punto de desencuentro, que además traerá cola, es el anuncio de una posible deslocalización del Campo de Vallecas. Tal y como se contó en este diario, la afición se opone frontalmente a que el Rayo se mueva de su estadio y, sobre todo, a que exista una posibilidad de verlo fuera del barrio. La idea de un nuevo campo lleva meses sobre la mesa, aunque fue un mensaje de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, el que reavivó el proyecto.
El único equipo de Primera que no vende entradas online
Presa tomó el rebufo de Ayuso, quien dijo que es «insostenible» que el Rayo siga jugando en Vallecas. Tras las reacciones que se produjeron, la Comunidad delegó la responsabilidad -a pesar de ser la propietaria del estadio- en un club que no tiene demasiadas opciones en el distrito para construir su nuevo estadio: podría moverse a Entrevías, al Ensanche o a Valdecarros, según avanzó El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica. La otra opción sería desplazarse a la contigua Villa de Vallecas, donde ya tiene sede la ciudad deportiva del club madrileño. Ninguna de estas convence a la masa social rayista, que exige una remodelación del actual estadio y critica las contradicciones del discurso de Presa.
«No es un estadio moderno, es incómodo, con malos accesos y no tiene aparcamiento para jugadores y autoridades -se corta la calle Payaso Fofó en días de partido para ello-. Todo esto afecta a los ingresos del club», reivindicaba el presidente del equipo franjirrojo en una entrevista con ‘Onda Madrid’. Los aficionados le echan en cara, por ejemplo, que en semanas como esta, en la que el Rayo recibe al Real Madrid, no exista la opción de compra online de entradas. Es el único equipo de Primera que no ha digitalizado este proceso. En Segunda, solo el FC Andorra y la SD Amorebieta no tienen una pasarela online, aunque el equipo andorrano permite la reserva online.
A esto hay que unirle la falta de previsión. Año tras año, el equipo madrileño es el último en presentar su campaña de abonados, al igual que las primeras equipaciones, lo que provoca colas en las taquillas del estadio que duran horas. Los que han querido acudir al partido de este domingo han tenido que ir físicamente al campo, donde se ha atendido en horario de 11:00 a 20:00 el jueves y el viernes, hasta las 18:00 el sábado y el domingo desde las 10:00 horas hasta la hora del partido (14:00). El precio del billete más barato es de 70 euros (Fondo) y el más caro, sin tener en cuenta el Palco Central, de 120 euros (tribuna central de Preferencia).
Las 2.000 butacas que se quedan libres en Vallecas
Cada semana las redes sociales se llenan de fotos denunciando el estadio de la infraestructura o la limpieza de las instalaciones. Antiviolencia viene de sancionar al aficionado rayista que tocó el culo de Ocampos, pero también al club. La razón: «Una de las vías del recinto deportivo estaba llena de grandes objetos y herramientas que impedían la eventual salida de emergencia» durante el partido frente a la UD Las Palmas. Se dieron cita para presenciar este partido de la jornada 21 hasta 12.477 espectadores, según datos de LaLiga, en un campo con 14.505 localidades, de acuerdo a la información de la web oficial del Rayo. Es el segundo más pequeño, solo por delante de Montilivi (Girona) con 14.642 asientos tras la última reforma.
Esto contrasta con el argumento de la capacidad que también usa Raúl Martín Presa. «Es necesaria la ampliación de capacidad del propio estadio o una reforma integral, cosa difícil por urbanismo. Hoy, por ejemplo, por enésimo partido seguido tenemos todo el aforo lleno«, reivindicaba el presidente antes del Rayo – Sevilla, un duelo clave por la permanencia, que registró una buena entrada pese a estar programado para un lunes. De nuevo, según datos oficiales, 12.546 espectadores vieron el partido, por lo que hubo 2.000 taquillas libres. La pasada temporada, con mejores resultados deportivos, la media fue de 12.537 aficionados.
«No existe ese tal lleno continuado ni la necesidad de un campo más grande, lo que hay es que remodelar el actual», apuntan desde la Plataforma ADRV con las estadísticas de la temporada en la mano, durante la cual se han disputado siete encuentros con una entrada inferior a 13.000 espectadores, dos de los cuales tuvieron una asistencia menor de 12.000 y solo dos, ante el Atlético y FC Barcelona, rondaron los 14.000, mientras que frente al Real Madrid se espera el primer lleno real de la campaña. Un duelo con múltiples enfrentamientos. El del campo contra el líder y la nefasta racha de resultados. Y el de la grada contra el palco. Dos batallas que vienen librándose desde hace años en un campo que lucha hasta por mantenerse en pie.