El estado natural del Rayo Vallecano es la agitación continua. La falta de calma ha sido el motor histórico de un equipo al que apodaron ‘matagigantes’. Llegó a jugar en Europa, fue pionero en el desarrollo del fútbol femenino en España -ahora abandonado-, fichó a Hugo Sánchez, estuvo al borde de la desaparición con Ruiz-Mateos… Muchas marcas en el cuerpo de un club que está viviendo una temporada convulsa, no por falta de objetivos, sino por todo lo contrario. El Rayo del recién presentado Iñigo Pérez recibe al líder Real Madrid tras despedir a Francisco, siete puntos por encima del descenso y con Vallecas en pie de guerra por una anunciada deslocalización.