A falta de cuatro días para la Comisión de Justicia del Congreso emita un nuevo dictamen sobre la proposición de ley de amnistía, la presencia en el texto de la figura delictiva del «terrorismo» hace que haya un serio riesgo de que no se apruebe.

Esquerra Republicana de Catalunya, dentro de las «soluciones imaginativas» que está proponiendo para desencallar la norma, propone ahora eliminar el término, tal y como ha podido constatar este periódico con miembros de la cúpula de ERC. 

Según su interpretación, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), y la misma Comisión, de oficio, además del Tribunal Constitucional (aunque tenga mayoría progresista) tendrían difícil dar el visto bueno a cualquier amnistía a delitos terroristas.

Lo cierto es que el terrorismo es uno de los «delitos del ámbito europeo» y hay una directiva en vigor que lo declara imprescriptible, lo que implica que es también inadmistiable para la UE. 

Y lo mismo ocurre con el TC, que se somete a su propia jurisprudencia y a la doctrina del derecho internacional, que ve el terrorismo como «delito de lesa humanidad». Sin disquisiciones de «intenciones directas» o consecuencias más o menos contrarias a «los derechos humanos». 

[ERC propone una amnistía total por fases: retocando la ley e indultando a los condenados por terrorismo]

La palabra «terrorismo» apareció en el texto de la proposición de ley de amnistía en la llamada semana de la marmota que sufrió Santos Cerdán a principios de noviembre en Bruselas, negociando a distancia con Carles Puigdemont.

El pasado 2 de noviembre, Oriol Junqueras y Félix Bolaños firmaron el pacto de investidura entre el PSOE y ERC. En él, los socialistas acordaban la creación de un nuevo «marco político», a partir de una ley de amnistía, cuyo texto habían negociado con la dirección de Marta Rovira, secretaria general de los republicanos y huida en Ginebra (Suiza) desde marzo de 2018.

Con ese papel, Cerdán se fue a Bruselas a cerrar el pacto con Puigdemont. Según la versión del expresident fugado en Waterloo, todo estaba cerrado cuatro días después, 6 de noviembre, cuando el juez Manuel García-Castellón emitió un auto de imputación contra él y Rovira por terrorismo en el llamado caso Tsunami.

Fue entonces, cuando se alargó la negociación, porque Gonzalo Boye, abogado personal de Puigdemont, introdujo el párrafo con la palabra «terrorismo», excluyendo de la amnistía estos delitos sólo cuando hubiera «sentencia firme».

Después, tras varios cambios en su redacción, al ritmo de los autos del magistrado, el término se convirtió en el motivo del no del PSOE a más retoques y el no posterior de Junts a la ley en el pleno del 30 de enero. Por eso, la ley ha vuelto a la Comisión de Justicia del Congreso, con plazo hasta el día 21 de este mes (ampliable en 15 días más) para llegar a un acuerdo.

Desde entonces, la mera mención de la palabra «terrorismo» ha sido el principal escollo para que todos los promotores y beneficiarios de la norma, PSOE, Junts y ERC, se pusieran de acuerdo. 

Enmienda ‘de consolación’

Republicanos y postconvergentes, que se disputan la hegemonía del independentismo, no mantienen buenas relaciones y apenas acuerdan nada. A pesar de ello, han logrado pactar un texto alternativo como enmienda transaccional a la última versión de la ley, aquélla que fue rechazada el 30 de enero en el pleno del Congreso. Así lo confirman fuentes de ERC y de Junts.

EL ESPAÑOL ha tenido acceso al documento firmado personalmente por los portavoces de ambos partidos [consúltelo aquí en PDF]. La formación de derecha independentista la utilizará como alternativa de consolación a su «mejor opción», la que acordó con el PNV.

En esta enmienda se puede leer un párrafo prácticamente calcado de la última redacción -la vigente- del artículo 2 de la ley, el que delimita los delitos que quedan excluidos de la amnistía. Sólo falta la palabra «terrorismo».

«En todo caso, quedan excluidos de la aplicación de la amnistía prevista en el artículo 1», comienza este apartado. Y el párrafo 1.d) de la propuesta de ERC dice textualmente: «Los actos que hayan causado de forma manifiesta y con intención directa violaciones graves de derechos humanos…»

Y en el texto actual del dictamen [consúltelo aquí en PDF], lo que se lee en el párrafo equivalente es: «Los actos tipificados como delitos de terrorismo […] siempre y cuando, de forma manifiesta y con intención directa, hayan causado violaciones graves de derechos humanos…»

ERC nunca quiso

Esquerra lleva todo febrero mostrando su desazón y decepción: «Ninguna ley puede cubrirlo todo, sobre todo, porque los jueces del Estado son muy imaginativos«, explica con sorna un alto dirigente republicano.

El mismo Junqueras culpó al partido de Puigdemont de haber «dejado tirados a cientos de inocentes». Pero ya en noviembre, la formación republicana independentista había dejado claro su rechazo a que el texto siquiera nombrara el tipo delictivo. Aquélla fue la razón por la que se negó a firmar la ley, y por eso el PSOE constó, finalmente, como único padre de la iniciativa.

«No estamos de acuerdo con los cambios que se han hecho a la redacción. Nos arriesgamos a que la tumben un recurso al Tribunal Constitucional o cualquier cuestión prejudicial ante el TJUE«, alegaba entonces una fuente de la dirección de Esquerra.

«Si la ley no es integral, nosotros no estaremos cumpliendo con el compromiso que hicimos a los catalanes», respondía el entorno de Puigdemont.

«La ley debe tener seguridad jurídica«, reponen ahora los negociadores de ERC, para defender esta última propuesta de enmienda sin referencias al delito que ha levantado las alertas en la Comisión Europea.

«No podemos dejar un boquete en la amnistía como el del terrorismo a mano de jueces que actúan a la orden del ‘quien pueda hacer, que haga’«, replica un dirigente de Junts, en referencia al discurso de José María Aznar, el 2 de noviembre.

Esquerra se ofreció hace ya 10 días para «colaborar en lo que se le pida» y hallar una «salida por la gatera a Junts», que saque la ley de amnistía del embrollo «que la pone en peligro».

Pese a lo publicado sobre un principio de acuerdo, fuentes del entorno de Puigdemont confirman que el PSOE mantiene cegada la vía de aceptar la enmienda de Junts transaccionada con el PNV. Y a la misma ERC tampoco le gustaría que Sánchez cediera en ese punto. 

Los de Junqueras están convencidos de que «no hay manera de blindar la ley ante la imaginación de los jueces, la ley no puede contemplarlo todo«, explica este portavoz. «Y del mismo modo que no se puede hacer una ley al dictado de una persona, tampoco se puede elaborar al son del último capricho de un juez».

Por eso, es ERC la que ofrece ahora su «imaginación» para encontrar la ingeniería legislativa que permita que Junts dé el ‘sí’ a la amnistía «y no dejemos tiradas a 1.200 personas represaliadas por el procés«.