Dos años después de la muerte del obispo auxiliar de Barcelona, Antoni Vadell (Llucmajor, 1972-Barcelona, 2022), el santuario de la Mare de Déu de Gràcia (Llucmajor) ha acogido este sábado una emotiva celebración en memoria del prelado mallorquín, considerado como uno de los clérigos más brillantes y activos de los últimos tiempos y al que muchos veían como el sucesor natural del actual obispo Sebastià Taltavull al frente de la diócesis de Mallorca. El cuerpo de Antoni Vadell, que murió como consecuencia de un cáncer de páncreas, descansa en el santuario de Gràcia.