«La gente está quemadísima». «Es una sensación continua de agonía». «Si entra el cuaderno digital, me retiro». «Hemos dicho basta». Si no nos reivindicamos y hay unidad, estamos muertos». «Nos han fastidiado tanto, que la gente pasará hambre». Así hablan los agricultores de Mallorca que el jueves sacaron de manera simbólica sus tractores para reunirse con el conseller de Agricultura Joan Simonet y los representantes políticos del Parlament. De la reunión surgió que las organizaciones agrarias y el conseller diseñarían un plan estratégico para perfilar la agricultura que quieren para los próximos diez años. Reunión aparte, los payeses de Mallorca están preparados para ser este lunes el gran foco de atracción. De hecho, la presidenta de las Cooperatives Agroalimentarias, Jerònima Bonafé deja claro el objetivo de la protesta de este lunes cuando unos 150 tractores tomarán Ciutat para llevar sus reivindicaciones ante Delegación de Gobierno: «La manifestación servirá para visibilizar al sector. Fuimos muy visibles y muy necesarios durante la pandemia pero ahora estamos olvidados. Pedimos disculpas por las molestias del lunes pero queremos que entiendan que somos esenciales porque sin nuestro sector, no comemos».
«Lo que necesita el sector de una vez por todas es que se tenga en cuenta lo necesarios que somos. Somos unas islas y necesitamos producto local y tener una soberanía alimentaria porque si pasa algo, si no tenemos un mínimo de productos y no cuidamos el sector que tenemos, nos podemos morir de hambre. Parece que los políticos lo empiezan a entender y pedimos que la sociedad consuma producto local para mantener el sector que tenemos que es esencial», interviene Joana Mascaró, de UPA-AIA.
Retirada
Pedro Cirer es un agricultor de Sant Jordi que lleva 40 años en el oficio. Lo tiene claro: «Si entra el cuaderno digital, me retiro», sentencia. Este lunes saldrá con su tractor a protestar. «El conflicto ha estallado porque hay un conjunto de normativas que se quieren implementar como es el cuaderno digital que son cosas que en la península tal vez se puedan implementar pero aquí es tan pequeña la agricultura que es imposible. Somos productores que tenemos 10 o 15 productos en marcha. Es imposible. Si no producimos productos escalonados, no salimos», razona. Explica que los motivos que les llevan a protestar son generales y compartidos con los agricultores de la península. «Hay una imposición de normativas que no se pueden cumplir porque el tiempo que inviertes en cumplirlas dejas de hacer el trabajo de campo. Tenemos un sector que es de productividad. Si no producimos, no ganamos y si producimos, nos lo pagan barato y tenemos la competencia de países como Marruecos u otros países que se deben tener en cuenta», desgrana.
Otro factor que influye y «que no se dice mucho» está relacionado con el ámbito laboral. «Antes teníamos un régimen especial que se ha diluido, vamos hacia un régimen general. Nuestros trabajadores deben hacer siete horas y tener un mes de vacaciones y el miedo es que no lo producimos. Es un 10% más de gasto que lo debes aplicar al producto final y no se aplica. Nuestros trabajadores se van a las siete de la tarde y nosotros tenemos que trabajar cuatro horas más para ganar lo mismo y eso quema mucho. Hace 40 años que trabajo en el campo y que el primer mes del trabajador gane más que el dueño quema mucho porque no saben hacer nada», relata Cirer.
«La gente está muy quemada», coincide con Andreu Cañellas de Son Ferriol. «Es una sensación de agonía», admiten. «Y encima suma los efectos del cambio climático», explican. «Si no estás metido en el sector, la gente no lo comprende pero hemos dicho basta», explica Cirer mientras Cañellas tiene claro que la clave de la protesta es la unidad. «Todos nos debemos sumar. Si no hay unidad y no nos reivindicamos, estamos muertos», asegura el agricultor de Son Ferriol.
«Las cosas no van bien. Nos tienen abandonados», admite Xisco Capellà de s’Aranjassa. «El principal problema es que recibimos de por todos lados porque nos ahogan con burocracia y todo el tiempo que perdemos en gestionar, no producimos o tenemos que contratar a una persona para que lo haga y es un gasto más», razona.
«Basta»
«Uno de los puntos importantes es el tema de la resolución de expedientes del Fogaiba. Lo que no podemos consentir y debemos decir basta es en la falta de resolución de expedientes. No puede ser que haya expedientes de hace más de tres años en conselleria sin que los beneficiarios tengan noticias. No se puede consentir que ayudas de sequía no se resuelvan el mismo año. Necesitamos un Fogaiba ágil y cercano al agricultor. Cuando pedimos una ayuda, la necesitamos en el acto», defiende el secretario general de Unió de Pagesos de Mallorca, Sebastià Ordines.
Ser como las islas griegas es una de sus reclamaciones. «Un punto básico es que no queremos ser unas islas de segunda y pedimos que Balears tenga el mismo trato que las islas griegas, que tiene un régimen especial propio.