Tras un final de enero sin lluvias y una subida de temperatura con valores inusuales para la época del año, la semana pasada el tiempo cambió con la llegada de la borrasca Karlotta que dejó precipitaciones, rachas muy fuertes de viento y devolvió el frío al país.
Ahora, Roberto Brasero ha explicado que quedan 32 días para que empiece la primavera astronómica, pero que aun así, este jueves hubo lluvias y tormentas que son habituales de la primavera y no tanto del invierno.
El meteorólogo ha comentado que aunque este viernes bajan las temperaturas, el fin de semana seguirá sin parecer uno de invierno debido a las altas temperaturas: «Bajarán las de por la mañana y el amanecer será más frío, y bajará las de la tarde con un descenso notable de las máximas sobre todo en el centro norte peninsular, interior del sureste y montañas del nordeste».
Brasero ha advertido que las lluvias son probables a primera hora del día en puntos del este peninsular, donde podría quedar calima y caer algo de barro. Estas podrían ser más duraderas en el Cantábrico Oriental.
El experto ha anunciado que el tiempo vuelve a cambiar este sábado: «No quedará ni rastro de las lluvias aunque el amanecer, eso sí, será más frío y todavía con algunas nubes y nieblas». Además, las temperaturas serán más elevadas que las del viernes: 23 grados en Murcia, 22 grados en Sevilla, 20 grados en Castellón y en Ourense, 18 grados en Oviedo y en Bilbao, o 16 grados en Madrid y Salamanca.
En cuanto al domingo, aún subirán más las temperaturas, aunque entrará un nuevo frente por Galicia y «es probable que vuelvan las lluvias al norte peninsular y los Pirineos». Sin embargo, Roberto Brasero alerta de nuevo: «Otra vez el anticiclón, otra vez febrero parecerá muy poco febrero.
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