María ha tomado una decisión en el último segundo: volver con su marido a La Mancha. Tras sincerarse con José sobre sus sentimientos, la joven ha decidido arriesgarlo todo por lo que está sintiendo en ese momento.
La pareja pone rumbo a la finca, pero el coche vuelve a estropearse en el camino. Una pareja extranjera les ayuda y les ofrecen alojamiento, el matrimonio pasa la noche en una finca.
La pareja se queda en una habitación, necesitan una conversación para saber qué es lo que sienten el uno por el otro.
Manuel se acerca a ella: “En todos estos meses no he podido parar de pensar en ti”. La tensión entre ellos está a un paso de romperse: “Esto puede acabar muy mal”, señala.
“Yo solo quiero que tenga un buen principio para los dos, el anterior no me valió”, los dos se miran y por fin se besan. Un largo y apasionado beso en el que los dos se abandonan.
Besos, caricias y miradas sinceras. María y Manuel se entregan por primera vez. La pareja disfruta de una luna de miel muy especial, están más enamorados que nunca.