La noticia de la muerte del opositor Aleksei Navalni en la cárcel sacudió el inicio de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), desde donde el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, instó a Moscú a “dar explicaciones”, mientras el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmaba que es “obvia” la culpabilidad del presidente Vladímir Putin.