Donald Trump ha sido condenado a pagar 354,9 millones de dólares en multas por exagerar fraudulentamente su patrimonio neto para engañar a los prestamistas. El juez de Nueva York, Arthur Engoron, le ha prohibido también desempeñar cargos como funcionario o director de cualquier corporación de Nueva York durante los tres próximos años (hasta 2027).

Engoron ha cancelado su fallo anterior ordenando la «disolución» de las empresas que controlan los pilares del imperio inmobiliario del expresidente. El juez asegura que ya no es necesario ya que Trump ha nombrado un supervisor independiente y director de cumplimiento legal en sus negocios.

La demanda presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, acusó a Trump y las empresas de su familia de exagerar su patrimonio neto en hasta 3.600 millones de dólares al año durante una década para engañar a los banqueros y conseguir que le concedieran mejores condiciones de préstamo.

[Un juez de Nueva York desestima el recurso de Trump y fija el juicio penal para el 25 de marzo]

Trump ha negado haber actuado mal y ha calificado el caso como una venganza política de Letitia James. Se espera que el expresidente y candidato en las próximas elecciones, apele el fallo. El caso de fraude civil podría asestar un duro golpe al imperio inmobiliario de empresario y político, ya que lidera la carrera republicana hacia la Casa Blanca.

Durante la celebración del juicio en el mes de noviembre, Donald Trump reconoció, en tono desafiante y sinuoso, que algunos de los valores de sus propiedades eran inexactos, pero insistió en que los bancos estaban obligados a hacer su propia diligencia debida.

Trump avanza hacia la nominación republicana a pesar de estar acusado de cuatro casos penales. Además del caso de Nueva York, también está acusado en Florida por el manejo de documentos clasificados al dejar el cargo; y en Washington y Georgia por sus esfuerzos por revertir su derrota electoral de 2020.

Trump se ha declarado inocente en los cuatro casos.