Se llama José Manuel Costa Hermida y es uno de los pilotos más experimentados de narcolanchas de Galicia. De casta le viene al galgo, podría decirse en este caso. El hombre, natural del municipio pontevedrés de Cambados, ha sido detenido cuando iba al volante de una embarcación cargada con más de cuatro toneladas de cocaína a 500 millas al sur de Canarias.
Costa Hermida aprendió todo lo que sabe del ‘oficio’ de su padre, José Manuel Costa Rial, histórico (y preferido) conductor del conocido narcotraficante Sito Miñanco. De hecho, el progenitor fue detenido el 22 de diciembre, hace menos de dos meses, en aguas senegalesas cuando transportaba 690 kilos de cocaína. Su hijo, esta semana, repetía la ruta con la misma droga. Pero, de nuevo, la Policía Nacional, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera han frustrado el negocio y sacado del mercado el alijo de droga.
Los agentes interceptaron la embarcación semirrígida (una de las especialidades de Costa Hermida que ha sido investigado, presuntamente, por la fabricación de estas naves) a poco más de 900 kilómetros al sur de las Islas. Llevaba en su interior más de 4.350 kilogramos de cocaína.
La operación se inició como consecuencia de la colaboración internacional, a través del intercambio de información entre el MAOC-N (Centro de Análisis y Operaciones del Atlántico) y el CITCO (Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), que fue objeto de investigación por parte de Vigilancia Aduanera, Policía Nacional y Guardia Civil. Debido a la importancia del alijo, han colaborado la Agencia Nacional Contra el Crimen (NCA, por sus siglas en inglés) de Reino Unido y la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos.
Fruto del intercambio de información se determinó la posible implicación de una embarcación sospechosa de tráfico de estupefacientes procedente de Sudamérica y que formaría parte de una operación internacional para, a través del Atlántico, llegar a costas españolas.
Como consecuencia de ello, el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria estableció el oportuno dispositivo aeronaval con el fin de localizar esta lancha, informan desde la Dirección General de la Policía Nacional y la Dirección General de la Guardia Civil.
Los agentes interceptaron la narcolancha (que llevaba cuatro motores) y la abordaron en alta mar desde el buque de presa ‘Pretel’, un patrullero de operaciones especiales utilizado por la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera. Una vez realizada la intervención, se comprobó inmediatamente la carga de los narcos y se procedió a la detención de sus cuatro tripulantes: Costa Hermida y sus compinches, de nacionalidades rumana, marroquí y moldava.
Asistencia regular
«Este tipo de embarcación, utilizada en el Atlántico, requiere de asistencia regular para ser suministrada tanto de agua y víveres como de combustible, suministros que les son entregados por otras embarcaciones deportivas, pesqueras o semirrígidas del mismo tipo», continúan las fuentes policiales. Por este motivo, la operación no está cerrada y se investiga la presencia en la zona de otras embarcaciones que pudieran estar implicadas. No se descartan nuevas actuaciones.
La actuación ha sido dirigida y coordinada por la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional. Tanto los detenidos, como la embarcación y la sustancia estupefaciente pasarán a disposición del Juzgado Central de Instrucción correspondiente.
Ruta atlántica
La operación se ha desarrollado en el marco de la lucha contra el tráfico de drogas en la denominada ‘ruta atlántica de la cocaína’, conocida por ser utilizada por todo tipo de embarcaciones que, procedentes de Sudamérica, transbordan las sustancias estupefacientes en mitad del Atlántico para su posterior introducción en el continente europeo.
Precisamente, este miércoles se supo que otra operación (desarrollada en noviembre pero bajo secreto de sumario) había frustrado la entrada en Canarias de 2.300 kilos de cocaína, también procedente de Sudamérica; en este caso, de República Dominicana. Los agentes detuvieron a nueve personas por tráfico de sustancias estupefacientes y, a uno de ellos, además, por asesinato, ya que se hizo con el control del barco, ‘secuestró’ a sus compañeros y disparó y arrojó al mar a uno de ellos.