Prácticamente tres semanas sin competir. Desde la pista dura del Open de Australia, de la derrota en cuartos de final contra el alemán Alexander Zverev, a la tierra batida del torneo ATP 250 de Buenos Aires, donde Carlos Alcaraz empezó la defensa de su título con una victoria cantada, aunque un tanto extraña en su desarrollo.

Carlos Alcaraz, 20 años y nº 2 mundial, inició su segundo torneo de la temporada batiendo al argentino Camilo Ugo Carabelli, 24 años y nº 134, por 6-2 y 7-6 (5) en una hora y 45 minutos de juego en la Pista Guillermo Vilas, la central del Buenos Aires Lawn Tennis. Su primera cita en arcilla desde junio de 2023, Roland Garros. 

El marcador en sí está dentro del estándar de Carlos Alcaraz ante un rival inferior, pero el mayor rodaje del mismo, que había pasado la previa para entrar en el cuadro y afrontar su cuarto partido en seis días, supuso un escollo que en ocasiones le costó afrontar al murciano.

Hizo golpes geniales, protagonizó rachas espectaculares, que combinó con ligeros bajones, problemas para sacar con primer servicio o no tirar la pelota fuera de tanta potencia que le quería dar. Altibajos que sólo se remedian mediante la alta competición, el moverse con cierta regularidad en el circuito.

Exento de la ronda inaugural, Carlos Alcaraz ya está en cuartos de final. Este viernes, a las 22:30 horas, partido contra otro rival que llega desde la previa y que está fuera del top-100, el italiano Andrea Vavassori, 28 años y nº 152. Eliminó al serbio Laslo Djere por 6-4 y 7-5.

Teóricamente otro encuentro cómodo para el pupilo de Juan Carlos Ferrero, de vuelta en la semana de su 44 cumpleaños y después de completar la rehabilitación tras someterse a una operación de rodilla. 

Bueno para seguir sumando minutos de torneo, no tanto para calibrar adecuadamente en qué punto se encuentra realmente Alcaraz. Necesita seguramente retos importantes para despegar física y mentalmente.


Carlos Alcaraz celebra un punto

Marcelo Endelli / Getty

Contra Ugo Carabelli mostró dos caras diferentes. El que comete dobles faltas (5), entrega sus dos primeros turnos de saque, pero que con 1-2 de repente empieza a meter bola dentro, a mandar con su ‘drive’ y hacer un parcial de 5-0 para 6-2.

Con un set arriba, otro parón (0-2). Después de un maratoniano juego para 2-2, otro arreón del murciano. Serie de 4-0, bola de match con 5-3. Error. Segundo punto de partido con 5-4. Fallo. Y 5-5, 0-40. Bajo presión real, peligro de entregar la segunda manga, la reacción: una de las tres bolas de break, la última, la gana con su primer ace.

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Alcaraz, a trompicones, mientras Ugo Carabelli se creció sobreviviendo ante uno de los grandes. En el fondo ambos cumplieron su objetivo: para Carlos no había otro que pasar y a Camilo ya le valía con dar la cara, quedar bien en su ciudad.