Los ‘verdiblancos’ vivieron en sus propias carnes la falta de creatividad que sí proponen jugadores como Nabil Fekir. El Dinamo de Zagreb, bien organizado tanto en ataque como en defensa, jugó sus cartas y supo aprovechar las pocas ocasiones que tuvo y, sobre todo, la que decidió el encuentro desde los once metros.
El Betis protagonizó un inicio rompedor, con capacidad para anticiparse a las jugadas y que las recuperaciones permitieran sorprender a la contra. Cerca estuvo Nabil Fekir de transformar la mejor ocasión de la primera parte. Una volea que el guardameta del Dinamo de Zagreb logró blocar. Pero el resto del encuentro, el franco-argelino pasó desaparecido. También quiso probar suerte Pezzella, que pese a ser zaguero demostró que su oficio no le exime aventurarse y acabar jugadas.
El partido no tenía dueño y los de Manuel Pellegrini perdieron el control de las únicas posesiones largas que pusieron mínimamente en aprietos a los visitantes. Pese a la falta de contundencia por parte de la zaga croata, los de Jakirovic se instalaron en campo propio con la convicción de quien asegura que nadie flanquearía el área.
Con esas mismas, el Dinamo se propuso dar un paso adelante y contragolpear. Cabe decir, que si no consiguió acertar más fue por demérito propio y no por mérito del Betis. Los andaluces estuvieron bien posicionados, pero sin demostrar seguridad ante las llegadas del rival.
Más allá de un disparo de Bulat, los croatas tampoco generaron en exceso, pero sí conseguirían precipitar pérdidas de los verdiblancos con una presión asfixiante. La ausencia de la magia de Fekir dio a entender que el Betis pierde mucho sin su calidad. La producción inexistente y la monotonía del juego dificultaron la creación de ocasiones en zona de tres cuartos.
Fekir negado y el Betis condenado
Se lamentó Fekir con un córner cerrado que Chadi Riad no conseguiría conectar y minutos después Pellegrini intentó agitar el encuentro con un triple cambio. La entrada de Bellerín, Assane y Marc Roca fue una declaración de intenciones de lo que debían cambiar los ‘heliopolitanos’ si querían sacar petróleo.
Si bien los cambios no fructificaron en el caso del Betis, los croatas acabaron de carburar con un doble cambio. Petkovic, antes de ser sustituido, jugó un papel fundamental picando al espacio, protegiendo el esférico y marcando el gol de la victoria. Tras la revisión del VAR, el árbitro señaló mano de Chadi Riad y el ariete del Dinamo no perdonó desde los once metros.
El mismo Riad tuvo opción a réplica con un testarazo que sacó Nevistic y unos instantes después, también Willian José estrellando una falta al palo. Deberán los verdiblancos mostrar una mejor imagen en la vuelta si es que quieren seguir vivos en Europa.