Pedro Sánchez suele identificar a Vox como el partido del “odio”. El presidente del Gobierno emplea a menudo esta palabra para pedir a Alberto Núñez Feijóo que revise sus acuerdos con la extrema derecha. Este jueves, sin embargo, Sánchez la extendió al propio líder del PP, después del giro que ha efectuado en su relación con el independentismo catalán, al reconocer hace unos días fuentes de su partido que estaba dispuesto a conceder un indulto a Carles Puigdemont, que llegó a estudiar la viabilidad de una amnistía del ‘procés’ y que no veían recorrido judicial en las investigaciones por terrorismo al expresident de la Generalitat. A solo tres días de las elecciones autonómicas en Galicia, los socialistas creen haber encontrado un filón en este cambio de discurso, que ha generado un enorme desconcierto en las filas populares.
“En 2017 vivimos la peor crisis constitucional, con un parlamento, en este caso el catalán, declarando la independencia. Tuvimos que intervenir con el artículo 155 para salvaguardar la unidad de España. Hoy nadie discute que estamos mucho mejor. Hasta lo reconoce Feijóo en privado en una comida con periodistas. Por la mañana, negocia indultos con los independentistas. Por la tarde, se manifiesta contra esos independentistas. Eso se llama hipocresía”, dijo Sánchez durante un mitin junto al candidato del PSOE a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, al que todas las encuestas colocan en un claro tercer puesto, por detrás del actual presidente, Alfonso Rueda, del PP, y de Ana Pontón, del BNG.
Pero “lo malo no es» que el líder del PP «se haya autoenmendado”, continuó el jefe del Ejecutivo, cuyo discurso en este terreno también ha sufrido profundos cambios, al pasar de rechazar la amnistía por “inconstitucional” a abrazarla sin ambages como vía para lograr el apoyo de ERC y Junts a su investidura. “Lo malo es el odio que ha derramado en estos meses en la población española. Porque lo que ha reconocido en privado es que esos insultos, esos asedios a las sedes del PSOE, esos golpes de pecho eran puro postureo. Así que tengo dos mensajes para el señor Feijóo. El primero, bienvenido al sentido común. La crisis territorial se resuelve desde la reconciliación y no desde la confrontación, como hemos defendido los socialistas. Y el segundo, que pida perdón por el odio y las mentiras durante estos meses”, argumentó Sánchez.
La relación con el BNG
El PSOE se juega mucho menos que el PP en estos comicios. Los socialistas aseguran en público que Gómez Besteiro tiene posibilidades de presidir Galicia, pero en privado reconocen que la meta consiste en que los conservadores pierdan la mayoría absoluta en la autonomía, gobernar como socio minoritario junto al BNG y, de paso, lograr que la autoridad de Núñez Feijóo al frente de su partido continúe cayendo, hasta forzar su salida. Así que los mensajes hacia los nacionalistas gallegos, sus futuros socios si se cumple este objetivo, son casi inexistentes en los mítines.
Gómez Besteiro no los nombró. Sánchez tampoco, aunque sí hizo una mención implícita, al resaltar la experiencia del PSOE frente a la del BNG. “Gracias al PSOE ese cambio va a ser seguro. Porque no basta solo con el cambio. Hay que saber gobernar el cambio”, concluyó el jefe del Ejecutivo.