El varón ucraniano de 33 años asesinado este pasado martes por la tarde en el aparcamiento subterráneo de una urbanización de La Cala en La Vila Joiosa (Alicante) fue tiroteado por dos personas que ya estaban en el parking cuando llegó la víctima. .
La Guardia Civil trabaja sin descanso para tratar de identificar y detener a los dos autores del crimen, los cuales huyeron del lugar en un turismo blanco y se cruzaron con un vecino de la urbanización que entraba al garaje. Este vecino llegó a pensar inicialmente que se trataba de un atropello, ya que nada más pasar el coche vio caer al suelo a una persona.
Los investigadores de la Guardia Civil pudieron identificar a la víctima tras entrevistarse en el aparcamiento con otro varón de un país del Este que acudió al lugar y les explicó que era conocido suyo y que ambos estaban haciendo una reforma en una vivienda. Los agentes han comprobado que el fallecido no tenía antecedentes en España y se desconoce por ahora el móvil del crimen.
La Guardia Civil también ha recopilado las grabaciones de los sistemas de videovigilancia de la urbanización con el fin de analizar las imágenes y verificar si hay alguna pista que conduzca a la localización de los asesinos.
La autopsia realizada al cadáver en el Instituto de Medicina Legal de Alicante ha confirmado que el hombre recibió media docena de disparos, la mayor parte de ellos en el pecho. Los investigadores de la Guardia Civil barajan que la víctima trató de huir y los dos autores estuvieron disparándole hasta que cayó muerto en la rampa de salida del garaje.
El coche usado presuntamente por los asesinos apareció poco después totalmente calcinado en El Campello, pero ha quedado en un estado que no ha permitido recabar pistas en una primera inspección y todo apunta a que es un vehículo sustraído.
Preocupación entre los vecinos
El residencial donde ocurrió el asesinato ha amanecido este miércoles tranquilo, aunque con la preocupación de los vecinos de los cinco bloques por lo ocurrido. Algunos de ellos no se enteraron de lo ocurrido hasta este miércoles por la mañana, lo que ha provocado asombro pero también cierto temor: «Los vecinos han estado preguntando qué había pasado y si el chico residía en el edificio”, explica a este diario uno de ellos.
“Hay gente que tiene miedo. No saben quién era el chico, pero tampoco quién ha podido hacer algo así ni la razón. Es todo muy extraño”, afirma un residente, quien asegura que “entra y sale mucha gente. Y otros están de paso”.
En estos edificios de La Cala de La Vila Joiosa se intentaba este miércoles seguir con la vida normal a pesar del revuelo que ha causado el asesinato. Algunos residentes accedían y salían del edificio y no han querido hablar sobre lo ocurrido. El silencio se ha impuesto tras lo ocurrido en el garaje de la finca.
La urbanización donde sucedieron los hechos es grande y en ella residen muchos ciudadanos extranjeros, sobre todo de Rusia, Ucrania y Bulgaria. Además, muchos residentes son trabajadores que pasan parte del día fuera de casa, por lo que es más difícil que se que conozcan todos los vecinos. De hecho, a la víctima apenas la habían visto y los vecinos tampoco han sido capaces de saber si residía o no en una de las viviendas.
En la zona se respira también tranquilidad. Ningún rastro de cintas de la Guardia Civil en el garaje casi un día después de lo ocurrido. Y los vecinos solo esperan poder volver a la normalidad lo antes posible.
