El comité de Peticiones del Parlamento Europeo, que examina quejas de particulares, aceptó este jueves estudiar la denuncia de un ciudadano español contra la política de asignación aleatoria de asientos de las compañías aéreas y el sobrecoste que deben pagar familias y grupos de amigos si quieren viajar juntos.
El denunciante Alfonso Rodríguez Sánchez, vinculado a la organización de consumidores Facua en Baleares, acusó a las aerolíneas de embolsarse «un beneficio enorme» con esta «práctica dañina» que empezó siendo un distintivo de las compañías de bajo coste pero cuya práctica, dijo, ahora está «completamente generalizada».
Rodríguez aseguró que las familias tienen que pagar «un extra de entre 20 a 40 euros para poder viajar en asientos contiguos» si quieren revertir la asignación aleatoria de plazas, y denunció que el dinero recibido por esta práctica y por el cobro del equipaje de mano «se está convirtiendo en la fuente principal de ingresos» de muchas aerolíneas.
La legislación europea sólo obliga a que los niños menores de 12 años tengan que viajar junto a sus adultos acompañantes o, cuando no es posible, estén por lo menos en la misma fila, mientras que los bebés de menos de 24 meses también tienen permitido ir en el regazo de los padres y madres.
«Ha habido problemas con pasajeros que han tenido que dejar solos a sus hijos de 13 o 14 años (…), la tripulación de los vuelos ha tenido que soportar el cabreo y esto puede afectar incluso a la seguridad del vuelo: ¿imaginen que viaja una persona con un problema psicológico, que pueda presentar un ataque de ansiedad y que no esté con su acompañante?», expuso Sánchez.
Por esta razón, reclamó a los eurodiputados que trabajen para cambiar los reglamentos europeos que regulan estas cuestiones y obliguen a las aerolíneas a poner fin a esta práctica que, según dijo, realizan de forma deliberada. «Las compañías usan un algoritmo cuando detectan reservas de personas con apellidos similares y los separan automáticamente«, denunció.
Con todo, cualquier reforma en este sentido debería partir de la Comisión Europea, ya que es el único organismo comunitario que tiene capacidad de iniciativa legislativa, y que participó en la sesión parlamentaria de este jueves para darle la razón al denunciante español.
«Está en lo cierto, este tipo de políticas empleadas para fragmentar precios se han vuelto mas comunes, van añadiendo un cargo para cada parte del servicio, ya sea asignación de asientos, equipaje, comida o bebida… imagino que pronto van a pedir un cargo para poder sonreír», ironizó el representante de la Comisión Europea, miembro de la Dirección General de Movilidad.
Admitió que la legislación aérea actual está más enfocada en la seguridad, y en garantizar una asignación de asientos óptima para facilitar una buena evacuación en caso de emergencia, pero «quedan fuera del alcance» de la normativa actual «los mecanismos comerciales de precios», ya que son «decisiones empresariales».
Todos los eurodiputados que intervinieron en la sesión también defendieron la denuncia del ciudadano español y por ello la presidenta del comité de Peticiones de la Eurocámara, Dolors Montserrat, decidió estimar la demanda Alfonso Rodríguez para someterla a su estudio.
El eurodiputado del PP Pablo Arias Echeverría se mostró a favor de regular la situación de los mayores de 12 años para que no pierdan el derecho a sentarse junto a sus padres y denunció que «no puede haber un precio con un promocional y que luego se doble una vez se sube a bordo» si se quiere escoger asiento.
La socialista Cristina Maestre cargó contra el «sinsentido» del límite de 12 años porque, a su juicio, «un menor es un menor», mientras que la eurodiputada de Vox Margarita de la Pisa definió la asignación aleatoria de asientos como «un abuso al que se enfrentan las familias».