El futuro de los osos polares no es nada halagüeño. El cambio climático amenaza severamente la continuidad de la especie. Un estudio científico ha concluido que es «poco probable» que los osos polares se adapten a veranos más largos y que si el calentamiento global los obliga a permanecer más tiempo varados en tierra habrá un mayor riesgo de que mueren de hambre.