El módulo Odysseus de la empresa privada Intuitive Machines ha despegado este jueves desde Florida con destino a la Luna. El lanzamiento se ha producido sin incidentes y a las 7:50 horas, hora de España peninsular, SpaceX ha confirmado que la nave se ha separado con éxito del cohete y va rumbo al satélite. Se espera que el 22 de febrero, Odysseus protagonice el primer alunizaje estadounidense en más de 50 años desde el Apolo 17, siguiendo los pasos recientes de agencias como la japonesa JAXA y la india ISRO en el polo sur lunar.

El despegue se había aplazado la madrugada del miércoles debido a anomalías durante el proceso de carga de metano. Una vez solucionados, el despegue se ha producido con normalidad y ahora el objetivo es alcanzar el satélite y realizar el primer aterrizaje «suave» de una compañía estadounidense, la empresa Intuitive Machines. 

Este módulo también porta instrumentos de la NASA destinados a estudiar la superficie del polo sur lunar, una zona que permanece sin explorar. Se trata de la segunda misión de la iniciativa de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS) de la NASA, después del fracaso de Peregrino hace un mes, suponen una fase previa para las futuras misiones del programa Artemis que llevará de nuevo a astronautas a la Luna.

Hacia el polo sur

Una vez en órbita, este módulo de aterrizaje de la serie Nova-C, equipado con un sistema de propulsión impulsado por una mezcla respetuosa con el medio ambiente de oxígeno y metano líquidos, se ha separado del cohete para dirigirse hacia la Luna, como muestra el siguiente vídeo.

Después de un trayecto de 8 días, deberá enfrentarse a su momento más complejo, el aterrizaje suave y preciso. Específicamente, el aterrizaje será en las inmediaciones del macizo de Malapert, a unos 300 kilómetros del polo sur de la Luna, un área llena de «incertidumbre», según los expertos de la NASA. Los investigadores creen que el área está compuesta de material de las tierras altas lunares, similar al lugar de aterrizaje del Apolo 16.

El sitio del alunizaje es una de las 13 regiones que la NASA está considerando para la misión Artemis III, la primera misión tripulada que alunizará en el satélite y el primer vuelo tripulado del módulo de aterrizaje Starship HLS, de SpaceX. Después del aterrizaje, la idea es que Odysseus extienda las operaciones e instrumentos durante unos siete días antes de que llegue la noche lunar en el polo sur, dejando a Odiseo inoperable.

Explorando el polo sur

Son varios los instrumentos de la NASA que transporta Odiseo, 5 cargas de pago en total. El RFMG es uno de ellos, su función es medir de forma precisa el nivel de llenado de un tanque de combustible, un tema crucial en futuras misiones de larga duración. Por otro lado, está, SCALPSS, cuatro cámaras que capturarán el sonido y fotografías de la columna de polvo creada por el motor del módulo de aterrizaje en su descenso hacia la superficie lunar hasta que se apaga. Este tipo de cámaras son cruciales para que la nave pose sus patas en la zona indicada, así como la ejecución correcta de la aproximación al satélite.

Al equipo se suma el NDL, un sensor de descenso y aterrizaje basado en la detección y alcance de luz. Su objetivo es medir la velocidad y dirección del vehículo, así como la distancia a la superficie con alta precisión durante el descenso hasta el aterrizaje.


Módulo Nova -C de Intuitive Machines

SpaceX

Omicrono

La NASA envía también cuatro antenas y un sistema receptor de radio de baja frecuencia para determinar cómo la actividad natural y generada por el hombre cerca de la superficie interactúa con las investigaciones científicas. Este instrumento, conocido como ROLSES, también detectará emisiones radiales del Sol, Júpiter y la Tierra, así como el polvo que impacte en la superficie de la Luna.

Igualmente, posee una colección de ocho retrorreflectores (LRA) que permiten un alcance láser de precisión, que es una medida de la distancia entre una nave espacial en órbita o aterrizaje y el reflector del módulo de aterrizaje. El LRA funcionará como marcador de ubicación permanente en la Luna durante las próximas décadas.

Por último, el LN-1 es un pequeño experimento del tamaño de un CubeSat que integra funciones de navegación y comunicación para que la navegación autónoma respalde futuras operaciones orbitales y de superficie.

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