El Govern ha salido esta mañana en defensa de la árbitro que el pasado sábado expulsó al entrenador de alevines del Petra, Miquel Santandreu, quien ha venido sosteniendo que le mostraron la segunda tarjeta amarilla porque se dirigió a la colegiada del encuentro en catalán, al no querer hablar en castellano. El conseller de Turismo, que a la vez dirige las áreas de deportes y de cultura, Jaime Bauzá, ha asegurado hoy que “cuando se trata del respeeto a las personas el derecho a utiizar una lengua pasa a un segundo plano”.
El conseller ha asegurado que la que sufrió una falta de respeto durante este enfrentamiento fue la árbitro Laura Santos, y no al revés. “Se trata de un tema de valores, que no tiene nada que ver con el uso de una lengua”.
Bauzá alcanzó esta convicción después de leer con detalle el acta que elaboró la árbitro tras el encuentro, en el que detallaba las razones por las que había decidido mostrar dos tarjetas amarillas, que suponía la expulsión del partido, del entrenador del equipo local.
Esta acta, a la que ha tenido acceso este periódico, detalla que en el minuto 25 el técnico Santandreu “fue amonestado por dirigirse a mí en los siguientes términos: esto es de vergüenza”. Según el conseller Bauzá, esta manifestación la realizó en castellano.
En el documento oficial que redacta la colegiada, en el apartado de expulsiones, indica que en el descanso el mismo entrenador fue expulsado por “desobedecer indicaciones mías”. Para justificar esta drástica media, Laura Santos, que es de origen andaluz y apenas lleva tres meses viviendo en Mallorca, señala que en el descanso el entreandor local, “tras percibir mi comunicación en castellano y al ser amonestado por dirigirse a mí en tales palabras “esto es de vergüenza” pasa a dirigirse a mí en catalán. Al rogarle que se dirija a mí en castellano, perpetua su dialecto, llegando a comprender ciertas falta de respeto. Sin conseguir que cese, decido expulsarlo”.
El conseller sostiene que detrás de la expulsión de este entrenador no se existe ninguna violación al derecho a hablar en catalán, sino que se le mostró la doble tarjeta amarilla “por faltar al respeto a la árbitro”. Bauzá quiso recordar que detrás de este conflicto había un grupo de niños que pretenden divertirse jugando al fútbol. “Las palabras que se deben utilizar en el deporte deben ser siempre respetuosas. Y en este caso lo que paso fue la falta de respeto hacia la árbitra”. Y en este mismo sentido, insistió en que “siempre debe existir un respeto hacia la persona, con independencia de la lengua que se utiliza para expresarse. En este caso al entrenador no se le expulsó porque hablara en catalán, no se trata de un derecho a utilizar su propia lengua, sino que se trató de una falta de respeto hacia una persona”.
Bauzá lamentó la desagradable polémica que ha generado este caso y recordó que Laura Santos se ha visto obligada a acudir a la Policía para denunciar las amenazas que ha venido sufriendo desde que la UE Petra denunciara que su entrenador había sido expulsado de un partido de alevines, porque negarse a utilizar el castellano mientras hablaba en catalán.