El Betis, que partía como claro favorito para superar esta eliminatoria y pasar a los octavos de final de la Liga Conferencia, salió sorprendentemente derrotado en su estadio ante el Dinamo Zagreb (0-1), por lo que ahora tendrá que remontar la eliminatoria la semana que viene en la capital croata, donde será necesario que cambie la imagen que dio este jueves.
El equipo sevillano, después de la gran decepción que supuso no seguir en la Liga Europa y caer rebotado a la tercera competición continental, debutó en este torneo con la ilusión puesta en iniciar un camino que pudiera acabar en la final que en esta edición se disputará en el estadio del AEK de Atenas.
El técnico de los verdiblancos, Manuel Pellegrini, contó para este partido con hasta once bajas, entre lesionados y jugadores que no están inscritos, aunque el equipo inicial era muy reconocible para mostrar al rival su poderío.
En el lado croata, el también debutante en la competición se presentó en el Benito Villamarín, un estadio extrañamente con mucha menor presencia de seguidores de lo que es habitual, con ganas de dejar la eliminatoria abierta para la vuelta, lo que podía venir bien para ganar moral en su torneo domestico, en el que marcha tercero a seis puntos del líder Rijeka.
Ese ambiente frío en las gradas pareció trasladarse al césped, donde a los locales les costó coger velocidad frente a un rival arropado, que no quiso arriesgar y que pareció conformarse con que pasaran los minutos sin demasiados sobresaltos, aunque a los cinco minuto el francés Nabil Fekir sí probó al meta Ivan Nevistic, este jueves novedad en la portería en detrimento de Danijel Zagorac.
Ese intento, y otro rebasada la media hora del central argentino Germán Pezzella, fue lo único que hizo el Betis en ataque en la primera parte ante un rival que tampoco inquietó al meta portugués Rui Silva, pese a que lo intentó a la contra tímidamente cuando tuvo la oportunidad.
Pellegrini tuvo tiempo y la oportunidad en el descanso de corregir algunos aspectos del juego de los suyos para que en la segunda parte se viera otra cosa, aunque en el arranque no se vio mucho cambio pese a que el estadounidense Johnny Cardeso tuvo una ocasión al borde de la hora de partido.
Tras esa jugada, el técnico chileno sacó al campo a tres jugadores de refresco de una tacada, los tres de la primera plantilla que estaban en el banquillo -Bellerín, Marc Roca y Assane Diao- para buscar esa verticalidad y rapidez que hacía falta.
La reacción no llegó, e incluso Marko Bulat hizo un primer aviso con un tiro con mucha intención a los 68 minutos, pero la sorpresa sí apareció poco después cuando se señaló penalti, a instancias de VAR, por una mano de Chadi Riad.
El internacional croata Bruno Petkovic transformó el castigo en el 0-1 y sumó así su quinto gol esta temporada en competiciones europeas, tanto que ahora logró despertar al Betis para afrontar el último cuarto de hora con mas intensidad.
Entonces llegó el asedio de los verdiblancos, con un remate al palo del brasileño Willian José incluido en el minuto 87, pero ni siquiera el empate se logró, con lo que ya hay que esperar a la vuelta, en la que no estará Pezzella al ver una tarjeta amarilla con la que será sancionado por acumulación de amonestaciones.