La etapa de Doc Rivers al frente de los Bucks empezó fatal, pero parecía que había brotes verdes. Tras dos victorias convincentes y con una gran defensa ante los Hornets y los Nuggets, los Milwaukee Bucks recibían hoy a los Miami Heat con todo de cara para seguir sumando: tercer partido en casa y con el equipo rival sin sus principales amenazas. Pero ni con las bajas de Jimmy Butler y Terry Rozier han podido dar la cara los Bucks, cayendo por un sonrojante 97-123.
El 3-6 que llevan los Bucks con Rivers al mando había llegado en gran medida gracias a la defensa. Dejar en menos de 100 puntos a Hornets y Nuggets había levantado cierto optimismo en un equipo que no ha tenido buena pinta en ningún momento de la temporada, pero lo de hoy ha sido otra historia.
Los Heat ya llevaban 98 puntos antes de empezar el último cuarto, con Nikola Jovic firmando el mejor partido desde que llegó a la NBA con 24 puntos y 7 rebotes con un espléndido 5/8 en triples. El acierto exterior de los de Florida (19/40 en triples) fue uno de los principales factores para la paliza visitante, ya que Duncan Robinson, con 23 puntos y un también excelente 6/8 en triples, fue un dolor de muelas.
Además, Bam Adebayo dominó la zona y firmó un triple-doble con 16 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias, y los demás secundarios no tardaron en unirse a la fiesta: Tyler Herro sumó 19 puntos, Kevin Love aportó 19 puntos y 8 rebotes, el mexicano Jaime Jáquez Jr. consiguió 12 puntos.
En los Bucks, Giannis Antetokounmpo se quedó cerca del triple-doble con 23 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias, pero el griego cometió 5 de las 18 pérdidas de balón en total de su equipo. Damian Lillard logró 16 puntos pero con un 5/14 en tiros de campo.
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