La carrera para que El Molinón sea sede del Mundial 2030 va seleccionando a los que creen que «sí se puede» y a los que tuercen el focico, aunque lo traten de disimular lo mejor que pueden por si el asunto termina en gatillazo y acaban siendo señalados como culpables. De momento, en esa carrera la única liebre es el Grupo Orlegi. El resto va a rebufo, chupando rueda por si al final hay que aspirar a ponerse alguna medalla y, por supuesto, salir en la foto. Todo pinta a que al sueño mundialista rojiblanco, que ya sabemos que no respaldan desde la trinchera azul, le quedan dos telediarios.