En unos días en los que la imagen de la galería de los alcaldes del Ayuntamiento de Alicante ha saltado a la actualidad, tras el fallecimiento el pasado fin de semana de Miguel Valor, un hecho llama la atención en este lugar icónico del Consistorio alicantino dedicado a los regidores que han ido pasando por él, en lo que puede ser interpretado como una desconsideración. El retrato en honor del último alcalde socialista que ha tenido la ciudad, Gabriel Echávarri, se encuentra desde que fue instalado, a mediados de junio de 2019, un año después de su salida, sin la placa identificativa con su nombre y esperando una ubicación definitiva.

El cuadro fue colocado en el Ayuntamiento en un acto que se celebró el 13 de junio de 2019, al año siguiente de que Echávarri hubiera dimitido por problemas judiciales y sus derivadas entre sus socios. La obra, del artista Jesús Zuazo, está previsto desde el primer día que se coloque en el frontal, junto a las dedicadas al resto de alcaldes de la democracia, en la fila inferior de la sala anexa al Salón Azul, pero de manera provisional, y hasta hoy, se sitúo en un lateral a la espera de su reubicación definitiva. El cuadro en cuestión reproduce una fotografía de Echávarri en su etapa al frente del Ayuntamiento, que duró desde junio de 2015 hasta abril de 2018 y es la imagen número 58 de uno de los alcaldes de la historia de Alicante.

Mal inicio

Al margen de llevar casi cinco sin identificación y esperando una ubicación definitiva, el retrato estuvo marcado desde el primer momento. El acto en el que fue descubierto por el actual alcalde, Luis Barcala, por entonces en funciones tras las elecciones municipales que se habían celebrado el 26 de mayo de 2019, y la en ese momento portavoz socialista en el Ayuntamiento, Eva Montesinos, también en funciones, no contó con la presencia del propio Echávarri, que declinó estar presente por decisión propia, lo que anunció a través de sus redes. La frialdad de aquel momento, que suele ser emotivo, choca con la más que correcta relación que mantienen ahora el socialista y el popular, como se puede observar cada vez que comparten un acto, como sucedió sin ir más lejos este lunes en el funeral de Valor

El cuadro, según la explicación que ofreció su creador, que también se encargó de los retratos de Sonia Castedo y el recientemente fallecido Miguel Valor, se realizó con la técnica de óleo sobre madera para buscar una mayor precisión y un efecto más realista. La imagen se trabajó durante un mes y medio. Durante el acto en el que fue dada a conocer la obra, Montesinos reivindicó la figura de Echávarri y consideró que «el tiempo le hará justicia». Lo que no ha hecho el paso de los años, de momento, es que el cuadro sea ubicado donde le corresponde y como toca.