Impresiona ver a un adolescente como Lamine Yamal echándose a sus espaldas cada jornada a un equipo de la dimensión del FC Barcelona. Más si cabe porque en ese equipo juegan hombres como Lewandowski o Gündogan, que tienen más del doble de años (16 cumplió en julio). Lejos de ser una rareza, este tipo de situaciones se han multiplicado en el fútbol, que no respeta las fases de crecimiento, como le pasó a Xavi Simons (Ámsterdam, 2003). Otro exazulgrana que, desde el PSV primero, y ahora en las filas del RB Leipzig, rival del Real Madrid en octavos (martes, 20:45), ha encontrado un ecosistema para renacer a los 20 años.