Pero, además de las imprescindibles murgas, han sido numerosos los toresanos que se han animado a participar en el desfile, junto con amigos, una pareja o de manera individual.

Así, se han paseado por las calles de Toro faraones, hadas, marcianos que han venido a «reclutar» trabajadores para su planeta, un tatuador con su estudio a cuestas, un arlqueín, una momia o la lavandera de «El pozo de los deseos».

Hasta el mismísimo Napoleón se ha dado un paseo ayer por Toro «a lomos» de su caballo «Marengo».

También lo han hecho la célebre pareja formada por Marco Antonio y Cleopatra, y hasta una tribu completa llegada desde el corazón de África.