Pero, además de las imprescindibles murgas, han sido numerosos los toresanos que se han animado a participar en el desfile, junto con amigos, una pareja o de manera individual.
Así, se han paseado por las calles de Toro faraones, hadas, marcianos que han venido a «reclutar» trabajadores para su planeta, un tatuador con su estudio a cuestas, un arlqueín, una momia o la lavandera de «El pozo de los deseos».
Hasta el mismísimo Napoleón se ha dado un paseo ayer por Toro «a lomos» de su caballo «Marengo».
También lo han hecho la célebre pareja formada por Marco Antonio y Cleopatra, y hasta una tribu completa llegada desde el corazón de África.
Además, como en el desfile infantil, en el de adultos también ha habido guiños a lo típicamente toresano: y es que, aunque la tradicional pareja carnavalera formada por Elier y Santi no ha participado este año en el desfile, no se ha notado su ausencia porque hay quien los ha sustituido.
Lo mismo ha ocurrido con una «ofrecida» Corte de Honor para las ferias y fiestas de San Agustín 2024, compuesta por su reina de las fiestas y sus damas de honor, eleganemente ataviadas de gala para cerrar el desfile.
Alegría y creatividad a raudales. Esos han sido los protagonistas del tradicional y grandioso desfile del Martes de Carnaval, que ha inundado las calles toresanas de una explosión de colorido y músicas para acompañar a la siempre ingeniosa puesta en escena que los ciudadanos de Toro saben sacar a la calle durante la celebración de las carnestolendas.
En este desfile se han dejado ver y sentir las diferentes murgas que forman parte del Carnaval toresano: «Fuleros-Dindoneros», ataviados como si del Día de Muertos mexicanos se tratase; «Los Peseteros», con atuendo típico tirolés y sin que faltasen en sus manos las jarras de cerveza; «Las Marujas», con un elegante «chaqué» con originales orejas y una estudiada coreografía; «D’Family», con un creativo y trabajado disfraz y una coreografía también preparada.