Para los que no tienen nada que celebrar el 14 de febrero, día de los enamorados, se inventó una efeméride que cada vez cuenta con más adeptos: el Día del Soltero. Una jornada para reivindicar que se puede ser feliz sin tener pareja, y que cada día tiene una traducción comercial con grandes ofertas y descuentos como viajes, citas a ciegas, …
Esta festividad es muy tradicional en China, pero allí se celebra el 11 del 11 (noviembre) por aquello de que el 1 es el día que representa a la unidad, y para el caso, a una sola persona. Y en el resto de países la fecha es el 13 de febrero para anticiparse al muy celebrado San Valentín.
Cada vez hay más solteros
Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cada vez hay más solteros en España.
En los últimos meses, se ha alcanzado el máximo histórico de 14 millones de personas
- 7.982.900 hombres
- 6.925.900 mujeres
Frente a los 20 millones de españoles cuyo estado civil es casado.
Se trata de una tendencia que no deja de crecer y que tiene una respuesta psicológica, como explica la psicóloga Ana Isabel Sanz, directora del Instituto Psiquiátrico Ipsias.
- “Si la persona sabe adaptarse a cada momento vital que encuentre, serán todo ventajas: ir donde quiera, tener más espacio vital, no tener que consensuar nada…
- Si, por el contrario, es un sujeto con dificultades para adaptarse, percibirá inconvenientes múltiples”, indica a ‘Guías de Salud’.
Y esos inconvenientes son:
Ir a los sitios sin acompañante, organizar vacaciones solo, “no tener con quién hablar de sus cosas”, porque aunque se tengan amistades “pueden percibir que no pueden hablar con nadie”. Una presión que puede aumentar si, por el contrario, la soltería no es elegida.
- “Las personas que están solteras, pero quieren tener una relación de pareja, han de trabajar consigo mismas los motivos reales que alimentan ese deseo de emparejarse. Obsesionarse con que no tienen una relación hace que se descuiden a sí mismos”.
Y es que, muchas personas creen que el hecho de no tener pareja está íntimamente relacionado con no estar “completo”. Este tipo de creencias limitantes han de ser eliminadas porque hacen que la persona se sienta insegura e infeliz, incluso cuando existen vínculos de calidad con otros sujetos.
La presión social de los solteros por encontrar pareja
Ana Isabel Sanz indica que es “todo un reto para las personas solteras despojarse del mandato social de tener pareja”. Hoy en día existe la creencia de que “estar soltero es un problema”.
- “Implica crear tu propio sistema de creencias y valores y aprender a manejar los comentarios de las personas y saber poner límites. Sí que existe más presión para las mujeres, de hecho existe la expresión “soltero de oro” en referencia a los hombres y se les valora mucho”.
Sin embargo, “a las mujeres solteras se las mira con compasión o como si tuvieran algún problema (que evidentemente es responsabilidad de ellas, según la sociedad) por no tener pareja”.
Científicamente, ¿necesitamos a otra persona para ser plenamente felices?
Existen datos neurobiológicos acerca de los efectos hormonales positivos de la cercanía corporal, de las manifestaciones de afecto como los abrazos. También sabemos cada vez más acerca del impacto positivo de la socialización y de los vínculos sanos sobre el desarrollo integral de las personas.
“Lo que ninguna disciplina explica es el carácter y las reglas que han de regir ese calor humano como sustrato favorable para el bienestar psicofísico, o que este dependa exclusivamente de lo que recibimos de los otros”, subraya la psicóloga.
No obstante, las personas podemos encontrarnos bien emocionalmente y “hemos de aprender a construir nuestra estabilidad psíquica por nosotros mismos”.
- “Hacer depender nuestra felicidad de algo exterior (en este caso la pareja) es un error muy grave que favorece actitudes malsanas en la interacción. El mensaje que estamos enviando a la persona es que para ser feliz necesita a (y, por lo tanto, depende de) otra persona”.
Y todo, pese a que se siga asociando la soltería a la soledad “y es una asociación que está bastante enraizada en las personas”.
“Existe la creencia de que la única forma válida de compañía en la vida es a través de la pareja. Es un error de pensamiento, el hecho de tener pareja no significa que estemos acompañados. Cuesta bastante erradicar tales estereotipos sociales porque se siguen alimentando a través de películas, comentarios familiares y del entorno que se rige por estos dogmas, y están desde la infancia”.
También existe la filofobia: el miedo a tener pareja
Se llama filofobia y es el miedo irracional a establecer relaciones con otra persona y enamorarse. No es un término médico, pero es una realidad en nuestra sociedad. La filofobia se considera un trastorno de ansiedad y es el miedo a enamorarse o a conectarse emocionalmente con otra persona.
E incluso existe el miedo a ser querido. “Las personas con estas inseguridades tienen heridas emocionales que les llevan a suponer que es malo tener pareja».
«No por ello son personas más independientes emocionalmente. Los sujetos que realmente son más independientes son aquellos que son capaces de disfrutar y adaptarse sanamente a cada situación vital y a las posibilidades de vinculación que les ofrece cada coyuntura biográfica”.
Pero, también, personas que disfrutan de la “soledad” de no tener pareja. “Son personas que están bien consigo mismas, tienen una buena autoestima, viven con lo que tienen y lo disfrutan, no están pensando en lo que no tienen”.
- “Existen individuos con suficiente seguridad para discutir críticamente los modelos socialmente aceptados de patrones sentimentales y que, además, son capaces de ser inmunes a lo que piensen y juzguen los demás”.