El sector europeo del acero repuntará este año el 5,6%, dos puntos por debajo de la última predicción, según avanzó Eurofer, la patronal siderúrgica europea, en un contexto en el que se supone que los sectores industriales consumidores de acero aumentarán su producción solo el 0,2%.
La industria siderúrgica europea alerta por ello de que «la recuperación prevista del mercado de acero en 2024» se «ralentizará», con «una recuperación menos sustancial» durante este ejercicio.
Esta percepción tendrá efectos inmediatos en Asturias, donde ArcelorMittal decidirá en las próximas semanas, en función de los pedidos y otros datos de la demanda aparente, si paraliza o no a partir de abril uno de los dos hornos altos de Gijón, como recoge su plan presupuestario para el ejercicio.
Aditya Mittal, consejero delegado de la multinacional, dijo el viernes que «a futuro, se perciben indicios que apuntan a una coyuntura más positiva para la industria». Y, según su director financiero, Genuino Christino, aunque «se anticipa una caída marginal de la demanda, especialmente en lo relativo a la construcción», lo previsible es que «una vez agotados muchos ‘stocks’, la demanda debería crecer entre el 2% y el 4%».
No obstante, y ante la prolongación de las importaciones extracomunitarias de acero con alto contenido de carbono (mantienen una cuota en la UE del 27%, y ello pese a la debilidad del mercado, lo que supera los niveles históricos) y el mantenimiento del exceso de capacidad mundial, el director general de Eurofer, Axel Eggert, reclamó «urgentemente un acuerdo industrial europeo si queremos asegurar un futuro para la industria del acero y toda su cadena de valor en la UE».
La primera mejora trimestral en el consumo aparente de acero podría producirse en este trimestre, según Eurofer, aunque «las perspectivas siguen siendo muy inciertas», de modo que, pese a la recuperación del 5,6% este año, «los volúmenes de consumo se mantendrán muy por debajo de los niveles previos a la pandemia», afirmó la patronal.