Carlos Alcaraz, 20 años y nº 2 mundial, inicia una nueva etapa en la presente temporada. Decidió abrir directamente en el Open de Australia, donde hizo su mejor resultado en tres participaciones, aunque aspiraba a más que esos cuartos en los que no vivió un buen día ante el alemán Alexander Zverev.
Abandonó Melbourne disgustado por el nivel dado en ese encuentro, pero se puso a trabajar entre Villena y Murcia para reanudar con más fuerza el curso. Su segundo torneo será donde empezó todo en 2023, el ATP 250 de Buenos Aires, el lugar que entonces entró en su calendario por la lesión que le impidió viajar a Australia.
En condiciones normales, Alcaraz ha decidido repetir en el Open de Argentina, defender el título conquistado hace doce meses ante el británico Cameron Norrie. Y con Juan Carlos Ferrero ya a su lado, después de recuperarse de una operación de rodilla.
Pisa tierra batida, como hará la semana siguiente en Río de Janeiro. Primer cabeza de serie del torneo, clasificado directamente para octavos, ha podido aplazar su debut a este jueves.
Será el protagonista de la jornada vespertina-nocturna local, que abre a las 22:30 hora central europea (18:30 local), teniendo un segundo encuentro para no antes de las 00:00 horas (20:00 h).
Sabía la fecha, oficializada por el evento, faltaba conocer al rival. Será el ‘Brujo’, como le llaman sus compañeros, aunque arrastra desde niño un segundo apodo, el ‘Gordo’ («de niño era un poquito gordito», explica).
Primer duelo con Alcaraz, un día especial para Camilo Ugo Carabelli, que se ha ganado a pulso llegar hasta el cruce con el murciano. Tuvo que superar la fase previa, derrotando al español Jaume Munar (6-2, 7-6) y al boliviano Hugo Dellien (4-6, 7-6, 6-3).
De 24 años y nº 1435 mundial, en el cuadro principal repitió lo hecho en 2023, se metió en octavos derrotando al peruano Juan Pablo Varillas, 7-6 (5) y 6-4.
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Premio para el argentino Carabelli, que vivirá una jornada especial en su ciudad. Se quedó sin él Varillas, que ha perdido los seis encuentros disputados esta temporada.
En cualquier caso, un debut que se antoja cómodo para Carlos Alcaraz.
